Rafa Nadal está acabado. No pasa nada, es ley de vida. Un día lo estará Leo Messi, lo estuvo Pep Guardiola como jugador o Ronald Koeman como entrenador. Mitos que acaban su carrera. El caso de Nadal es especial porque está tardando en decidir retirarse, y da cierta lástima ver cómo un deportista tan grande como él se arrastra. Su tío y exentrenador Toni Nadal dice que lo hace porque el tenis le da más de lo que le quita, pero sus millones de fans, casi toda España, no están disfrutando del momento. Lo acaba de eliminar un mindundi en Brisbane, un tal Jordan Thompson, y Nadal se ha resentido de la lesión después de un año parado: no jugará el primer gran torneo del año, el Open de Australia. Mala pinta. Parece que Nadal, ahora sí, se acaba.

Rafa Nadal eliminado en Brisbane EFE

Eso ha hecho que las pocas voces críticas con el talante del mallorquín se acentúen. Rafa Nadal no esconde su sesgo hacia la derecha ultraespañolista, la monarquía y el Real Madrid, tres símbolos de una determinada España, la más casposa y rancia. No dice si vota al PP pero se sobreentiende cuándo después de la moción de censura a Rajoy despreció a Pedro Sánchez con un :"Los españoles queremos votar". No esconde que a pesar de ser sobrino de un mítico central del Barça, Miquel Àngel Nadal, es más del Madrid que Florentino. Y lo más escandaloso: siempre asociado a la parte más corrupta de la Corona: Juan Carlos. Eso hace que los haters no se callen y disfruten de su mal final: "Ya es hora que se retire y deje de hacer el ridículo este tenista pelota de la Monarquía". Lo dice un escritor e historiador gallego con 55 mil followers como Lucio Matínez Pereda:

Rafa Nadal y Felipe VI con rojigualda y abrazados, GTRES

Si Rafa Nadal no estuvo en Abu Dhabi por los 86 años de Juan Carlos es porque tenía torneo en Brisbane, no por falta de ganas. El rey del tenis abraza al rey emérito, corrupto, adúltero y defraudador con más amor que a Xisca Perelló. Sus muestras de españolidad de derechas le valen tener muchos detractores a la izquierda. Y claro, faltan los que le lamen la raqueta, como Kiko Matamoros que sale a clavar tortas a los críticos de Nadal como el matón de clase:

Kiko Matamoros con el nieto en Instagram

Kiko Matamoros, que con el apellido facha ya paga, ve en el escritor e historiador a un hombre resentido y ridículo. Se entiende que la solidaridad entre Matamoros y Nadal no es solo por fachas, es por calvos,