Juan Carlos vuelve a España. Este titular ya no es noticia desde que estalló el asunto Jaime del Burgo que Felipe y Letizia están en falso al frente de la Corona. En otras palabras, los Borbones no pueden permitirse ni un solo escándalo más. Letizia aflojó en la animadversión a su suegro y decidió dejarse hacer fotografías con él, un hecho inédito desde que se supo que Juan Carlos era un defraudador fiscal y un comisionista ilícito. El emérito ya no tiene el obstáculo de su hijo para volver a España, solo hay una cosa que le impide residir en Madrid, Sanxenxo o donde le dé la gana: Hacienda. Si el padre del rey vive más de la mitad del año en España tendrá que declarar todo su patrimonio a Hacienda y volverían a imputarlo por delitos económicos. Todo el mundo sabe que Juan Carlos no volverá nunca más a España, solo de visita y contando los días, no sea que supere los 183 al año y lo visite un inspector de Hacienda. El fin de semana del 17 de mayo tocan regatas en Galicia y viajará acompañado de su hija mayor. Elena. Hay una foto que parece imposible: Juan Carlos y Cristina juntos en Sanxenxo. ¿Por qué?
Mientras la hija mayor del rey lo acompaña incluso cuando navega, en el puerto, la hija mediana, Cristina, no ha puesto un pie en Galicia, en ninguna de las muchas ocasiones que el rey ha volado allí. A Cristina su padre la ha ayudado en el divorcio de Urdangarin hasta el punto que algunas fuentes sostienen que la pensión y la indemnización que ha cobrado el yerno las paga no la exmujer sino el emérito. Él sabe como tapar bocas pagando, lo ha hecho con todas las amantes, de Marta Gayá a Corinna pasando por Bárbara Rey. Juan Carlos es quien recomendó a Cristina paga e Iñaki callará. ¿Cristina está dolida con su padre? La realidad es que la infanta pequeña sigue sus consejos punto por punto, y lo más bestia es hacerla vivir en un paraíso fiscal, Suiza, para evitar inspecciones fiscales españolas. Cristina no tiene ninguna responsabilidad fiscal en España y puede gestionar la fortuna de su padre como quiera. Y cuando herede la mitad de la fortuna, la otra la gestionará Froilán en los Emiratos, Hacienda no podrá pedir ni un papel. La trama corrupta llega hasta aquí. Cristina no vuela a Sanxenxo porque quiere poder volar a Barcelona y evitar ser considerada residente fiscal en España.
Es así de simple, si Cristina pasara 183 días el año en España tendría que declarar todo el patrimonio e ingresos a Hacienda. Se lo han repartido las hermanas: Elena puede moverse libremente por el territorio y Cristina no. La pequeña es residente fiscal en el país de los bancos. En el tabloide monárquico Monarquía confidencial, en cambio, ofrecen una versión fake de la ausencia reiterada de Cristina en Sanxenxo: "Cristina prefiere no viajar a Sanxenxo para no ‘saturar’ la casa de Pedro Campos Si coincide con Elena, tendría que buscar un lugar donde alojarse y aumentar el dispositivo de seguridad. La hija de Campos abandonará ese fin de semana el domicilio familiar para facilitar aJuan Carlos y a la infanta el hospedaje. Cristina prefiere no viajar a la localidad gallega para evitar más trastornos familiares en la casa de Campos". En Sanxenxo, y a pocos km. en Pontevedra o Vigo, con decenas de hoteles de lujo, Cristina podría dormir con los escoltas. La excusa de los monárquicos no cuela. No vuela por el tema fiscal. En España Cristina estará el tiempo justo. Hay 1800 millones de euros en negro en juego.