"El domingo la propia Casa Real, en un gesto insólito, distribuyó la foto en que se veía a los novios con la familia real al completo, para que quedara muy claro cómo están las cosas. La reina Sofía sonreía, serena y majestuosa, rodeada de sus tres hijos. Faltaba Juan Carlos, faltaba Letizia, pero nadie parecía echarlos en falta". Son palabras de Pilar Eyre sobre la brutal portada con la cual abría la revista Lecturas este miércoles, a propósito de las intenciones indisimuladas de ir apartando a Letizia de los Borbones y que de puertas afuera, ella y Felipe sigan como un matrimonio feliz, pero de puertas adentro, él se haya vuelto a acercar a los suyos y a ella la muestren cada vez menos en diferentes actos. Ya lo dicen con todas las letras: "Letizia, apartada de la familia Real".
La asturiana no fue a la boda de una ahijada de Felipe, Victoria López-Quesada, el pasado sábado, donde sí fueron su maridito, sus cuñadas y su suegra. Solo faltaron, con respecto a miembros adultos de la realeza, dejando de lado hijos e hijas, ella y su querido suegro Juan Carlos, tal como apunta la escritora y periodista en la mencionada publicación. Este era el cuadro de la boda:
Pues ahora, los dos apestados, nuera y suegro, se volverán a ver las caras. Y más pronto de lo que ellos querrían. Porque si hay alguien a quien Letizia no quiere ver ni en pintura, de la familia de su marido, este es sin duda el emérito. ¿Saben aquella maravillosa película de Hugh Grant y Andie McDowell, Cuatro bodas y un funeral? Pues eso. Después de la boda del sábado, ahora toca un funeral. El de Juan Gómez-Acebo, familiar de Juan Carlos y Felipe, hijo de la infanta Pilar y sobrino del emérito, que fallecía el pasado 13 de agosto en Palma de Mallorca por culpa de un cáncer a los 54 años, solo cinco meses después de la muerte de su hermano pequeño, Fernando. Otro duro golpe para la familia, que despedían a su miembro en la intimidad allí mismo, con la reina Sofía como la única representante de la corona.
Tenían previsto que el funeral en memoria suya y posterior entierro en el panteón familiar de San Isidro se celebrara el 15 de agosto, pero finalmente, al ser agosto y mucha gente encontrándose fuera de vacaciones, los hermanos lo retrasaron diferentes semanas y ahora finalmente le darán el último adiós al difunto, para que puedan estar presentes por ejemplo el rey Felipe, que se encontraba en la República Dominicana. La fecha ha llegado y será este domingo 8 de septiembre cuando tenga lugar el funeral en la catedral Castrense de Madrid, que también comportará otro reencuentro muy poco esperado por sus protagonistas y que generará tensión asegurada en palacio: el de Letizia y Juan Carlos, que ya ha confirmado su presencia a la misa y al posterior entierro de su sobrino, viajando desde Abu Dhabi.
Veremos cómo va y cómo Felipe hace equilibrios entre el uno y la otra (sin olvidar la presencia de sus hermanas Elena y Cristina) para que la sangre no llegue al río.