Los reencuentros familiares siempre dan mucho que hablar, pero ninguno como los de la Familia Real. Y más si se trata, aunque sea de manera express, de Cristina de Borbón e Iñaki Urdangarín. Aunque muchos pagarían por ver un cameo entre el emérito Juan Carlos I y su ¿esposa? la reina Sofía, nos conformamos con los Urdanga. Su último encuentro, más allá de la destartalada charla en Bidart (Francia) a principios de agosto, ha sido en un funeral. Uno de sus amigos más íntimos, el empresario de 83 años Eduardo Roldán, falleció el pasado viernes. En su día fue el director general y el gerente de la conocidísima estación de esquí de Candanchú (Huesca). En Jaca le han despedido con honores.
El último adiós a Roldán se le dio ayer en la Catedral de Jaca, una de las ciudades más pobladas de la provincia de Huesca, y allí no faltaron sus allegados más íntimos. Obviamente, como no podía ser de otra manera, toda la atención mediática se centró en los ex duques de Palma que, por sorpresa de muchos, acudieron al funeral junto a sus hijos Pablo y Miguel. Siguiendo la tónica de Bidart, la hermana de Felipe VI y el ex jugador del Barça se mantuvieron distantes en todo momento y no dieron muestras de una posible reconciliación. Nadie se esperaba lo contrario tampoco.
Una fan da la nota
En un funeral se va a dar el pésame a la familia y poco más. Salvo que los familiares más próximos del traspasado digan lo contrario, el decoro y las formas se deben mantener siempre. Hay algunos, sin embargo, que no lo entienden: es el caso de una fan de los Urdanga. Más allá de lo cutre que tiene que ser ser un fanático así, el hecho de pedirles una foto a Cristina e Iñaki en pleno funeral es peripatético. Y el hecho de de que los protagonistas se presten a algo así deja mucho que desear. No era el momento.
"No entiendo que hagan eso"
Quien recibía esta instantánea exclusiva era el periodista de Telecinco Antonio Montero, al que le llegaba en pleno directo del programa especial 'Cristina Borbón, rota de amor' la foto de la fan. "Yo no entiendo que hagan eso, que se comporten de esa manera y hasta se hagan fotos con una fan", recalcaba indignado el colaborador.
El divorcio, ¿inminente?
Es fuerte que a efectos legales Iñaki y la hija de Juan Carlos I sigan siendo marido y mujer. Ainhoa Armentia debe estar hasta el gorro de que su querido Urdanga aguante eso. Y ante tal situación, solo se puede encontrar una explicación. Lo dejan clarísimo los colabos del programa especial de Telecinco: "La única explicación posible para que Iñaki no se separe de la infanta Cristina y viva su amor con Ainhoa Armentia es que la infanta le mantenga y le haya amenazado con cortarle el grifo si se separan". Hay culebrón para rato.