Menchu Álvarez del Valle, abuela de la reina Letizia, murió hace un par de días a los 93 años en su domicilio de Sardéu, en Ribadesella, Asturias. Una pérdida que ha entristecido y mucho a la familia de la consorte real: la veteranísima periodista era un miembro muy querido del clan. Todos los medios y la prensa del corazón han destacado la tristeza de Letizia, que siempre ha presumido de una relación estrecha y muy directa. "Varapalo", "rota de dolor", "consternación"... estas son algunas de las expresiones que se pueden leer en revistas, diarios y canales de televisión.
La línea editorial es unánime, excepto algunas excepciones. Al menos, una: la del panfleto ultra de Eduardo Inda, que ha aprovechado la funesta ocasión para marcar paquete y publicar una "exclusinda" de las suyas: la "única entrevista que ha concedido a un medio de comunicación". Una grabación con cámara oculta y en la que la señora desbarra, ¿contra quién? Sí, han acertado: Pablo Iglesias, 'el Coletas'. Aunque se haya cortado el pelo y haya abandonado la política, Iglesias le sigue robando el sueño a Inda. Qué obsesión.
Al margen de la enésima sandez del navarro, la muerte de Menchu ha sido noticia por el comportamiento de su nieta. Si estaba tan unida, si la qurería tanto, si era tan importante, es difícil de entender que no haya ido a su entierro. Ni ella, ni las hijas Leonor ni Sofía, ni Felipe. Tampoco Telma, la otra nieta de Álvarez. Incomprensible. Cada uno vive el dolor como puede y como quiere, faltaría más, pero no quita que deje de sorprendernos. El rey tenía una excusa: se encontraba en Lima, en la toma de posesión del nuevo presidente del Perú, Pedro Castillo. Su mujer, sin embargo, no formó parte de la comitiva, aunque tampoco se desplazó a su tierra natal para compartir la despedida.
¿Por qué? Según Mariángel Alcázar, "no ha sido a propósito, nadie puede pensar que no ha querido estar con su familia en este momento. Hubiese llamado la atención, no quería generar un pequeño lío de estructura y seguridad". Parece que la corona ha acabado con cualquier vestigio de humanidad de Ortiz, que tampoco permitió que las bisnietas se despidieran de Menchu. 'Mamá gallina', ya saben. La periodista catalana excusaba a Letizia en 'El Programa del Verano', con Joaquín Prat al frente, pero no convencía al presentador, de que espetaba un zasca a Ortiz: "con todo el respeto, a mí la explicación no me convence". Ni a él, ni a muchos otros. Pero ya se sabe: son "las cosas de palacio".
Mucha pena, mucha lástima, pero ni un miserable gesto. Es demasiado importante como para preocuparse de los problemas de los mortales. Letizia nos hace pensar en aquello de "no me quieras tanto, pero quiéreme bien".