Cada nueva aparición de la reina Letizia comporta comentarios sobre su ropa, hasta el punto que la que se pone su hija Leonor también acapara la atención. Pero la reaparición pasadas las fiestas de la esposa de Felipe VI ha desviado la mirada más arriba de su cuello, a los pómulos y labios reales. Los Reyes le habrían traído una cara nueva. La fotografía que ilustra esta noticia ha desatado los comentarios. ¿Se ha inyectado bótox la reina para empezar el año con buena cara? Será el rictus, el frío o el cirujano plástico, pero la apariencia de cara hinchada es evidente. Fue a las puertas de la reunión de la fundación del BBVA donde hizo su primer acto oficial en solitario del año. Vestida de negro riguroso, algunos quisieron ver un guiño a los Globo de Oro y su reivindicación contra el acoso sexual en Hollywood. Lo cierto es que la ropa de la Reina daba poco juego y sobresalían más sus pómulos:
Dentro de la reunión de la Fundación BBVA, rodeada de lingüistas, periodistas y académicos para tratar el buen uso de la lengua castellana en los medios de comunicación, siguió luciendo el gris marengo de Hugo Boss, muy elegante para una reunión de trabajo pero demasiado contrastado con el jersey "rojo navidad" de la periodista Montserrat Domínguez. El contraste entre las dos periodistas no era sólo por la ropa. La cara de una y otra dejaba ver que la diferencia de edad de 9 años (Letizia 45 años, Domínguez 54 años) no era tan importante como la falta de naturalidad del rictus real.
Algunos medios han recurrido a cirujanos plásticos para comentar el nuevo look de la reina y confirman que podría ser fruto de inyecciones en la cara de bótox y ácido hialurónico contra las arrugas. Le habrían provocado un efecto habitual en estos casos: se le levantan las cejas por la cola. Comparen las cejas de Letizia y Domínguez y verán el efecto. El relleno facial provoca, además, que se marquen los pómulos, la mandíbula y la barbilla. Letizia es víctima de su pasado. Cuando entraba a casa de los españoles haciendo el Telediario de La 1 su cara, con la que enamoró el príncipe Felipe, era mucho más natural:
El año 2008 fue la única vez que Zarzuela confirmó que la reina se sometía a una septorrinoplastia por "problemas respiratorios". En plata: se hizo una nariz nueva. Los eufemismos están al orden del día de los comunicados de la Casa Real: desde el "cese temporal de la convivencia" de la infanta Elena y Marichalar, que quería decir divorcio, a la "amiga especial" del rey Juan Carlos, que quiere decir amante. En el diccionario Zarzuela-castellano tendremos que incorporar "cara hinchada por el frío" que en verdad quiere decir pinchazo de bótox de auto-regalo de Reyes.