Los secretos ocultos de la reina Letizia. Como todas las personas tienen un pasado que es incapaz de esconder. Por más que quiera siempre saldrá a la luz. Es uno de los rostros más mediáticos y su vida es de gran interés para el gran público, básicamente porque es toda una incógnita y eso despierta más ganas de saber. Son muchos los expertos en Casa Real, como Pilar Eyre o Jaime Peñafiel, que han hablado de la vida universitaria de la reina Letizia, la más rebelde. Sus encuentros íntimos en campings, su tatuaje secreto o sus veranos en la Costa Brava.

Leonardo Faccio, fotoperiodista, hizo un retrato de la Reina Letizia en su polémico libro ‘Letizia, una reina impaciente’. La mujer de Felipe VI es la gran protagonista. Su autor explica jugosas situaciones sobre la vida de la reina antes de ponerse la corona, cuando ni tan siquiera era la presentadora de los informativos más vistos del momento.

Reina Letizia / EFE 

Revela que todavía mantiene una estrecha relación con uno de sus ex, Alfonso Guerrero. Asegura que han llegado a cenar juntos, con Felipe. Se cuenta que llegó a amenazar a éste y a otra ex pareja y sus familiares si explicaban intimidades suyas o hablaban de “dinero negro” de los monarcas.

La "adicción" de la reina Letizia 

Esta obra también revela algunos de sus vicios más ocultos, como por ejemplo su “adicción incontrolable” al tabaco. Desde su época de juventud se la podía ver sostener siempre un cigarrillo en mano. Conocidas eras las fotografías de la reina cuando hacía de azafata de una tabaquera vendiendo cigarrillos por las calles de Guadalajara. "Trabajaba de azafata de una conocida marca de cigarrillos. Los vendía por las calles de la capital de Jalisco, vestida con los colores corporativos”, contó en una ocasión Jaime Peñafiel.

Reina Letizia / EFE 

A Jaime Peñafiel le sorprende este cambio radical, ya que parece que se haya olvidado de esa época. Antes defendía el tabaco y ahora lo rechaza. "Lo mas extraño y sorprendente es que Letizia ha sido, de un tiempo a esta parte, abanderada de una lucha anti tabaco. Lo considera una “enfermedad y una amenaza social y médica. Nunca se le ha visito fumar y no tolera que se fume en su presencia”, dice el cronista.

Según Leonardo Faccio, la reina sería intolerante al tabaco de puertas para afuera de Zarzuela. Aún se cree que podría fumarse de tanto en tanto un cigarrillo. "Ha hecho usted una afirmación que no sé si se va a creer nadie en España. Que la reina sigue fumando". Faccio responde que "nunca fue un hábito permanente, era más una fumadora social", pero que desde aquellos años, aquel vicio podría haber vuelto: "este tema me lo han ido comentando mientras reporteaba en diferentes entornos. Recuerdo un académico que me contó que después de un acto la vio abrir el bolso y le sorprendió ver que tenía un paquete de Marlboro”.