Letizia detesta 2018. La reina de España tiene ganas de acabar su annus horribilis, el primero en que la opinión pública ha cuestionado la eficacia de la reina como imagen. Por Semana Santa protagonizó el vídeo del menosprecio público a la reina Sofía y ahora que se acerca Navidad, Villarejo amenaza al publicar conversaciones entre Letizia y su compiyogui Javier Jópez Madrid, condenado por corrupción. Los medios especulan sobre si lo que hablarían los dos compañeros de yoga no sería de una relación sentimental sino económica. Si la monarquía es imagen, siguen teniendo un problema de imagen. El último gesto de la reina también merece la atención de los medios. La cena de Estado con que España recibió el presidente chino:
Hasta ahora habíamos visto fotografías del brindis oficial de Estado, aquel que dedica el anfitrión, el rey Felipe VI, a sus invitados. Ahora vemos el vídeo. Copa levantada, cava o champán y unas palabras sobre la amistad hispano-china. Amistad o interés. Hay que hacerles la pelota a los chinos que invierten millonadas en España. (Como dijo Hillary Clinton cuándo le reprocharon que no criticara a China: "¿Usted provocaría la ira de su banquero?"). Letizia no es Hillary y decidió no hacer una excepción a su aversión al alcohol. Sabido es que la reina es abstemia. Pero contraviniendo los manuales de urbanidad, durante el brindis más importante de la Casa Real decidió incumplir la norma y no hacer un sorbo de la copa, ni siquiera simularlo, sino esto tan extraño:
Los compañeros de El HuffPost han publicado el momento en que Letizia en lugar de beber, como hace toda la mesa por educación con los invitados, huele el contenido de la copa, como si alguien al quisiera envenenar. La nariz de Letizia no detecta arsénico dentro del champán pero aparta la nariz y guarda la bebida sin probarla. Nadie la ve porque todos tienen la cabeza levantada bebiendo en señal de cortesía. Letizia ha vuelto a salirse con la suya. El protocolo del brindis es como todos: hay que respetarlo. El presidente chino a su derecha bebe, Pedro Sánchez a su izquierda bebe. Chinos y españoles, presidentes autonómicos, Begoña Gómez, Ana Pastor... en la foto todo el mundo bebe menos los camareros del fondo y Letizia Ortiz. La imagen congelada es descomunal:
Letizia, toma nota. Este es el Protocolo del brindis: de pie y en silencio mientras habla el anfitrión, copa por debajo de los ojos, mirar al anfitrión, no chocar las copas y beber al final del discurso, sólo un trago. Y, sobre todo, sobre todo, no decir chin chin.