Este domingo 16 de enero probablemente sea uno de los días más tristes de la historia reciente de la reina Letizia. La asturiana hace pocos días que ha despedido nuevamente a su hija mayor, la princesa Leonor, que ha vuelto a hacer las maletas rumbo al internado de Gales donde continúa con sus estudios.
Y por lo que respecta a su actividad oficial, de momento ya ha tenido que hacer acto de presencia en la Pascua Militar del 6 de enero, donde se le vio un nuevo piercing en la oreja izquierda, o hace poco, cuando fue a la sede de la Federación Española de Enfermedades Raras.
De cara al futuro, a finales de mes la reina hará su primer viaje oficial fuera de España de este 2022. Será, tal como ha avanzado Vanitatis, a Austria, concretamente a Viena, precisamente, la ciudad europea en la cual se estrenó como reina en el año 2014.
Irá el próximo 31 de enero, justo un día después de que su marido Felipe sopla 54 velas. Pero al cumpleaños al cual le hubiera hecho ilusión ir a Letizia ya no podrá ser, lamentablemente, motivo por el cual, la asturiana vive este domingo un día francamente triste.
Porque este domingo 16 de enero, su queridísima abuela, Menchu Álvarez del Valle, hubiera cumplido ni más ni menos que 94 años. Tal día como hoy, pero en el año 1928, nacía la abuela paterna de la reina en Santander. Una persona clave en la vida de su nieta hasta que murió el 27 de julio del año pasado con 93 años.
De esta manera, una costumbre que tenía la reina cada 16 de enero no podrá llevarla a cabo por primera vez en su vida. Porque cada 16 de enero acostumbraba a hacérselo venir bien en su agenda para poder acompañar a la madre de su padre o cuando menos, tener unos momentos de conversación con ella vía telefónica.
Por primera vez Letizia no celebrará el cumpleaños de quien en vida fue un referente profesional absoluto, siguiendo sus pasos y convirtiéndose en periodista como ella. Álvarez del Valle tenía una química especial con Letizia, a la cual aconsejó antes de ser reina y también después, aparte de ser cómplice de ella cuando empezó a salir con el príncipe Felipe.
Tal como destaca El Español, "su humilde casa en el pueblo de Sardéu, en Ribadesella, fue escenario de las primeras citas secretas de los Reyes, 'ocultas' bajo el amparo y la protección de la madre de Jesús Ortiz". Además, Menchu Álvarez del Valle también era muy importante para sus bisnietas, las hijas de la reina, unas Leonor y Sofía que hoy también tendrán un recuerdo especial para su memoria.
"La mayor ilusión era cuando Letizia o Telma le llevaban a sus nietas. La palabra orgullo se queda corta", dicen en el citado medio, que concluye que "aunque no podrá celebrar el cumpleaños como en ocasiones anteriores, no hay duda de que la consorte de Felipe VI la recordará de una forma bonita. Menchu Álvarez del Valle ha sido una de las personas más significativas de su vida".