La reina Letizia ha ido al Reino Unido en visita oficial y por lo que explican, los ingleses la han recibido con honores, elogios y saludos masivos. Entre estos, el príncipe Carlos de Gales. Invitada por el hijo de la reina Isabel II, este lo ha recibido con dos besos en la mejilla y uno más protocolario en la mano. Una demostración efusiva que ha regalado imágenes como esta:
Letizia y el príncipe Carlos / GTRES
Más próxima y sonriente de lo que nos tiene acostumbrados, dejó la cara de pocos amigos que pasea a menudo por las españas y se puso la careta de buen rollo en su jornada de arte en el condado de Durham. Allí, por ejemplo, la recibieron los de la escuela primaria de S. Wilfrid's, que organizó una visita a las puertas de la Spanish Gallery a fin de que los más pequeños pudieran ver a la reina española y al heredero británico de bien cerca y que iban vestidos de color burdeos, haciendo juego con el vestido que escogió la asturiana. Banderas de España y del Reino Unido a tutiplén, mensajes de "Hello Queen", gritos y saludos afectuosos, ramos de flores de claveles rojos... y estupor.
Letizia, en el Reino Unido / GTRES, Efe, Casa Real
La Spanish Gallery de Bishop Auckland recorre la España de los siglos XVI y XVII a través de Zurbarán y de otros pintores españoles. Después de visitarla, la reina y el príncipe de Gales han descubierto la placa conmemorativa de su inauguración oficial. Pero lo que han descubierto muchas personas, los británicos que la han visto de cerca y los de aquí que han visto las fotografías, ha sido que Letizia pasa tantas veces por quirófano que casi parece otra. No nos extrañaría nada que algunos la hubieran confundido con Camilla Parker-Bowles. O, como dice un usuario, con un habitante del planeta Vulcano. El bisturí ha retocado tanto a Letizia que su rictus parece el de otra persona, y, como bien apunta la experta en imagen del Tot es mou TV3, Patrycia Centeno, "en serio, no os toquéis la cara". O si os la tocáis, porque evidentemente, cada uno que haga lo que le salga del moño, como mínimo, que se te quede la expresividad y no generes los comentarios que ha generado la imagen de la reina española:
A este paso, si Letizia tiene la agenda muy ocupada, o si le da pereza viajar, podrán enviar a los actos oficiales internacionales a la infanta Elena... No se notará la diferencia.