Este 31 de octubre ha sido el día en que la princesa Leonor ha cumplido 13 años y en que le hemos oído la voz por primera vez durante un largo rato mientras leía la Constitución española al lado de su padre. Un acto para conmemorar los 40 años de la Carta Magna marcado por la ausencia del rey emérito Juan Carlos y por la solemnidad y emoción de Felipe, Letizia o Albert Rivera, que ha afirmado sentirse emocionado en oir las palabras de la heredera.
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Alguien que quizás no estaba tan emocionada como el líder de Cs, pero casi, ha sido la madre de la criatura. La reina Letizia, luciendo un Felipe Varela, iba haciendo de apuntadora, como algunos medios destacan, repitiendo las palabras de su hija y asintiendo con la boca a medida que iba transcurriendo la lectura del artículo 1 de la Constitución. Entre las dos se veía mucha complicidad y emoción en los ojos de la reina, y también ha habido un detalle que no ha sido muy comentado, pero sí por el diario Huffington Post. Un detalle sencillo, pero con mucha carga simbólica:
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Un detalle en forma de pendientes que contenía un mensaje directo hacia su hija. Unos complementos en forma de lágrimas de topacios azules de Bvlgari valorados en 50.000 euros. Pero no son unos pendientes cualesquiera: la firma italiana se los regaló con motivo del nacimiento de la princesa Leonor, hoy hace 13 años.
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Unas joyas que Letizia ya había lucido anteriormente en la presentación de la temporada 2018/19 del Teatro Real y que hoy llevaba con más orgullo por el simbolismo que escondían.