Desde el pasado mes de febrero, la reina Letizia acostumbra a lucir unos pendientes de diamantes y rubíes de origen desconocido. Un hecho que ha sorprendido los más expertos en la Casa Real, ya que la monarca acostumbra a llevar joyas heredadas en los actos más importantes.
Hace unos días volvió a exhibir estos pendientes con motivo de la fiesta privada de cumpleaños del rey Guillermo de Holanda. Una joya, según explica El Mundo, que consta de 216 diamantes de diferentes tamaños y 12 rubíes.
A pesar de ser vista con ellas por primera vez en el mes de febrero, Letizia tendría en posesión estos pendientes desde hace más tiempo. Llama la atención, sin embargo, que este accesorio no consta en la lista de regalos oficiales recibidos por los Reyes, de acuerdo con las medidas de transparencia impuestas por Felipe VI hace dos años.
Podría ser, pues, un regalo anterior a esta normativa. La mayoría de hipótesis apuntan a un regalo de la monarquía de Arabia Saudí —los diamantes y los rubíes son sus dos piedras favoritas—, que durante las visitas oficiales acostumbran a nutrir de manera generosa a los invitados con obsequios ostentosos.
La otra opción es que sea obra del mismo Felipe VI, que en anteriores ocasiones importantes ya le había regalado joyas especiales. De todos modos, el origen de los pendientes sigue siendo desconocido.