El confinamiento de Felipe y Letizia ha provocado que estos días veamos en todo su esplendor los despachos de cada uno de ellos cuando hacen alguna conexión vía telemática. El de Felipe ya hemos visto que es como una parada de los Encantes, con alabardas, barcos de cristal y otros pongos que llenan los estantes. El de Letizia, como si fuera el decorado de una peli de robots o del espacio: blanco, casi sin decoración y ciertamente impersonal.
Este lunes, Letizia ha charlado con diferentes responsables de Aldeas España por videoconferencia. Los últimos días la monarca va teniendo diferentes encuentros vía skype con diferentes entidades. Lo más curioso, sin embargo, es la manera como Letizia saluda a sus interlocutores. Explica la revista Lecturas que "durante sus últimas reuniones, la reina ha utilizado una fórmula para dejar claro a sus interlocutores con quién estaban hablando: 'Buenos días, soy Letizia, la Reina'". Seis palabras que sorprenden. Especialmente por remarcar su estatus. Gracias por la aclaración.
Se supone que si alguien de alguna entidad tiene que charlar con la reina, ya lo sabrá previamente antes de conectarse. Y más, cuando la están viendo vía telemática. No será como si le llamara Pablo Motos por sorpresa preguntándole: "¿Sabe usted qué es lo que quiero? La tarjeta de 'El Hormiguero'". Pero la reina considera oportuno recordar que ella es La Reina. Como Bond, James Bond. Letizia, la Reina Letizia. Por si quedaba alguna duda. Lecturas, con razón, dice que es "una frase con la que deja claro a la otra persona con quién está hablando. Resulta extraño que no se presente diciendo simplemente su nombre". Cada vez, sin embargo, resulta menos extraño el comportamiento altivo de Letizia. Perdón, de la Reina.