Se acaban los días de la familia real en Palma. Entre esteladas y gritos en favor de la libertad de los presos políticos, con la presencia también de monárquicos boicoteando un directo de IB3, los reyes y la reina emérita Sofía hicieron ayer por la noche la recepción a la sociedad balear en el Palacio de La Almudaina, nuevo destino borbónico en sustitución de Marivent.

Efe

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Con Juan Carlos ausente, "recuperándose" de su lesión haciéndose confidencias en una cena con una amiga, el resto de la familia protagonizó el tradicional besamanos con menos pasión que otros años por parte de los asistentes, a pesar del intento de efusividad de la reina Letizia al llegar a La Almudaina. Ni el público estaba tan eufórico para ver a unos reyes cada vez más en entredicho, ni la propia Letizia iba igual que en las últimas recepciones veraniegas en Palma. Tradicionalmente se la había visto en este acto mucho más sobria, estilísticamente hablando. Pero este año ha hecho una elección que no ha acabado de convencer. Como tampoco lo hizo el polémico look utilizado en el concierto del músico Ara Malikian.

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"Demasiado festiva, vestida con un 'top' lencero raso y unas sandalias espantosas de Naguisa Design". Un intento de desviar la atención con un look demasiado atrevido que algunos consideraron inapropiadamente sexi. Pero el armario de la reina todavía tiene piezas para dar, para vender, y para sorprender. Ante los 450 invitados a la recepción, Letizia arriesgó con una combinación de todo menos discreta: un top de punto de un color naranja intenso de Hugo Boss, una falda de flores de Carolina Herrera y unas sandalias de tacón negras de Magrit.

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De entre los más críticos con la elección, el cronista de moda del diario El Mundo, Carlos García Calvo, el mismo que por la entrega de los Premios Princesa de Girona, dijo que "La reina Letizia cultiva el autofeísmo. El vestido ya era atroz de por sí, pero lo peor era el peinado, que se lleva el premio a la fealdad y la cursilería", en referencia al vestido rojo de Carolina Herrera y la cola de caballo que llevaba la reina entonces.

Sergi Alcázar

Ahora, García Calvo vuelve a criticar el look de Letizia. "La cola de caballo, el jersey ajustado sin mangas y la falda floreada me recordaron a las películas en que la actriz Lana Turner llevaba esos 'marcapechugas' que le valieron el nombre de 'sweater girl'. Esos 'marcapechugas' describen muy bien el top de cuello 'Perkins' de doña Letizia'.

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El 'marcapechugas' naranja se lleva los principales palos. Y más, con la combinación con la falda: "ese modelito naranja era lo menos apropiado para un cóctel oficial, sobre todo para el calor húmedo que hace en Mallorca en estos días y, sobre todo, combinado con una de las faldas menos apetecibles de Carolina Herrera". El cronista lamenta la elección en uno de los vestidos más esperados de la reina en la isla, "que no habrá gustado nada a los lugareños. La elección de este 'prêt-à-porter' habrá sido como un anticlímax para ellos". Para ellos y quien sabe si también para Sofía, a juzgar por la cara que ponía, ventilador en mano.

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El periodista se pregunta por qué la reina "no tiene el detalle de llevar algo de una diseñadora local. Sería un punto a su favor y una forma de complacer a los mallorquines". El lunes desayunará con el presidente del gobierno, que visitará Palma para charlar con el jefe del Estado. Veremos si de un naranja Ciudadanos pasa a un rojo PSOE.