Martes de contrastes el que ha vivido la reina Letizia. Después de asistir a la Cumbre del Clima, se maquilló los ojos de un negro intenso, se puso un vestido de Carolina Herrera que daría las envidias de Morticia Addams, con flequillos, y rejilla. ¿Para hacer qué? Presidir con su marido una entrega de premios muy patrióticos, los que daba el diario ABC, los Premios Mariano de Cavia, Luca de Tena y Mingote otorgados a distinguidas trayectorias profesionales y las mejores tareas del sector.
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La flor y nata del unionismo hizo acto de presencia. Una congregación que hizo las delicias de los más derechosos de la sociedad madrileña. La plana mayor del PP, Pablo Casado, Cayetana Álvarez de Toledo, Martínez Almeida, José María Aznar o Ana Botella. Estos últimos, bien serviciales, genuflexión pertinente y cervicales inclinadas para rendir pleitesía al monarca.
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Pero también Susanna Griso, Carlos Herrera, Samantha Vallejo-Nájera, Carmen Posadas, Elena Cue, Ainhoa Arteta o Isabel San Sebastián.
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Imaginamos que los Borbones y todo el grupo de adoradores que les reían las gracias brindaron de lo lindo con premios tan antiindepes como el que le entregaron a esta viñeta 'humorística', por decir alguna cosa, del mismo diario ABC de octubre del año pasado, totalmente sesgada y basada en una mentira. Pero el rey Felipe ha enloquecido y ha decidido entregarle al caricaturista un premio al mejor chiste gráfico del año, precisamente por esta viñeta:
Según la web de Casa Real se premia precisamente este dibujo "por su evocación de la lucha por la libertad de todos que hace el benemérito cuerpo". A la Corona tanto le da que la historia en que se basa la broma del niño llorando sea falsa. La cuestión es hacer unas risas con todos los enemigos del independentismo. I Letizia en medio, maquillada de gótica. Lo que da miedo es todo el ambiente que se respiraba ayer en esta fiesta.