La visita oficial de Federico X y Mary Dinamarca a Groenlandia acaba de dar un salto informativo de grandes dimensiones. De las páginas de entretenimiento y chismorreo royal, con regalos en forma de cuernos gigantescos o una mala experiencia de una niña de 13 años en un museo etnográfico, hemos pasado a la crónica de sucesos. Con final feliz, que quede claro. Feliz, pero dolorido y furioso, para ser exactos. Digamos que no hemos asistido a una tragedia real de milagro: Mary Donaldson ha sido atropellada por una moto de nieve que ha perdido el control. La ha pillado por sorpresa, de espaldas al vehículo, que por circunstancias desconocidas ha impactado contra ella desplazándola con violencia. Vaya escena.
Se trata de un vídeo que se había mantenido oculto durante las últimas 24 horas, y que ha sido difundido cuando, suponemos, se ha confirmado que el accidente no ha tenido más relevancia que un susto. Ahora, que la tensión ha sido máxima. Mientras el rey y la reina, acompañados por los mellizos Vicente y Josefina, recibían el saludo de personalidades, fanáticos y fisgones en la capital, Nuuk, la moto irrumpe entre la multitud. Son décimas de segundo, pero la reina no tiene ninguna capacidad de salir de la trayectoria del bólido. La suerte, la velocidad reducida del vehículo, que tras el choque queda parado. La estupefacción y el silencio reina en el ambiente, solo roto por un par de tímidos gritos de alarma. Pero el tiempo parece detenerse. Tampoco es que los servicios de seguridad daneses hayan demostrado una gran capacidad de reacción.
Mary desaparece del cuadro de la imagen, pero no llega a perder el equilibrio, no cae al suelo. En todo caso, el golpe es importante. Ella, sin embargo, es capaz de reponerse rápidamente, mientras los guardaespaldas toman con dificultades el control de la moto, apagándola y retirándola, y dan instrucciones a un conductor que estaba pasando el momento más comprometido de su vida. El vídeo, del diario Ekstra Bladet, está en el lugar y momento adecuado y recoge perfectamente la secuencia. Haga click en la fotografía para visualizarlo.
La Casa Real ha informado oficialmente de que la reina no ha sufrido lesiones, pero la grabación sí permite comprobar que el incidente no le ha hecho nada de gracia. Se tiene que contener por su posición y estatus, pero cuando el supuesto piloto que había perdido el control le ofrece disculpas, le planta dos gestos que la prensa local considera "de desprecio". Un movimiento con la cabeza, diciendo, 'que sí, que sí', y una manita que despacha al personaje, al que quiere perder de vista cuanto antes. También podría enfadarse con sus escoltas, más lentos que el caballo del malo. Que acabe ya la visita, por favor, porque la cosa se está poniendo negra en la blanca (y verde) Groenlandia.
