Tenían el acto marcado en rojo y la cosa ha salido tal como Zarzuela esperaba... o no. Pero vayamos por partes. Este sábado era un día especial para el rey Felipe. Porque el monarca juraba bandera por segunda vez después de cuarenta años de haberlo hecho, cuando era un cadete. La celebración y el acto institucional ha tenido lugar en el Patio de Armas de la academia militar de Zaragoza donde ahora está su hija Leonor. El Borbón ha vuelto a besar la bandera en presencia de la princesa y cadete, y también de su mujer Letizia y acompañado de sus compañeros cadetes de promoción, de cuatro décadas atrás. Ha sido un acto con toda la esperada pompa y circunstancia que rodea paripés como este. Mucho tufo de naftalina y algunas curiosidades que se han visto... y otras que no tanto.

Por ejemplo, la mancha que tenía Felipe en el traje militar, la incertidumbre que se ha creado cuando los periodistas no localizaban Leonor, o ver a la reina Letizia con alergia. Así lo ha corroborado quien más sabe la casa real, la periodista y escritora Pilar Eyre, tal como ha explicado en su canal de YouTube: "La he visto toser varias veces, la he visto estornudar una", cosa que dado que muchísima gente estos días tenemos alergia, no ofrecía ningún tipo de duda, "27 grados de temperatura, mucho viento en Zaragoza, transmisor de todas estas causas que provocan alergias. No estaba resfriada. La reina tenía alergia, como una más de las españolas". No solo Eyre se ha fijado en los estornudos de la monarca sino también en la "enorme complicidad que han tenido ella y Felipe. Hacía mucho tiempo que no lo veía. Muchas sonrisas mútuas lejos de la gelidez de actos anteriores. Se han mirado, han sonreído varias veces, bastante espontánea, Felipe la ha mirado varias veces. ¿Comedia? Quizás después de pasar baches públicos...".

Felipe y Letizia / GTRES

La escritora, sin embargo, pone agua al vino en torno a la presencia de la parejita en Zaragoza. Y es que a su parecer, una mujer ha enturbiado lo que podría haber sido un acto perfecto en clave monárquica. Y lo ha hecho no por su presencia, sino justamente por lo contrario, por su ausencia. Una royal que tendría que haber estado también en la academia de Zaragoza, al lado de Letizia y Leonor. En una ceremonia donde era claro protagonista Felipe, "eché a faltar a doña Sofía. En otras ocasiones su presencia enturbia, es el pasado. Pero precisamente, porque se conmemoraba una ceremonia del pasado, con Felipe con 18 años y su madre orgullosísima (en la anterior jura de bandera), su presencia este sábado hubiera estado muy justificada". Y no valen excusas, porque "ya está bien, está recuperada, ha viajado otras veces".

Una Sofía que no acompañó a su hijo, uno feo evitable hacia Felipe, a quien le habría gustado. La cuestión es: ¿le habría gustado tanto a Letizia que estuviera también su suegra?