La reina Sofía ha vuelto a la vida pública por la puerta grande. Este verano ha sido complicado para la emérita, que ha estado más sola que nunca. Que Juan Carlos no le acompañe a Mallorca ya no sorprende, pero sí que lo ha hecho ver que sus nietos Urdangarin y los Marichalar no han pasado ningún día con ella.
Pero con el inicio de septiembre vuelve la rutina, y parece que la de Sofía será un poco más entretenida. Al empezar el año la Casa Real dejó constancia que querían que los reyes eméritos tuvieran más de peso en la agenda oficial. Sin embargo, a raíz del escándalo Corinna, Juan Carlos se cayó de esta ecuación... y es que no ha vuelto a representar a la familia real.
Ahora todo el peso recae en la reina Sofía, que ve cómo tiene el calendario lleno de actos. Esta semana, de hecho, se ha trasladado hasta Galicia para pasar tres días de un ritmo frenético. La emérita ha inaugurado la sexta edición de un congreso sobre enfermedades neurovegetativas, en el que ha dado apoyo a la iniciativa y se ha interesado por los últimos descubrimientos científicos.
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Como siempre ha hecho un papel ejemplar, educada y atenta. No ha perdido la sonrisa en ningún momento y se ha arreglado de lo lindo para cada uno de los acontecimientos. Los conjuntos estilísticos de la Reina quizás no ocupan tantas portadas como los de Letizia, pero son igual de destacables.
¿Cómo ha ido vestida durante estos tres días? Empecemos por el primer día a Santiago de Compostela. Para la inauguración del congreso internacional optó por una americana azul eléctrico pero muy clásica y unos pantalones negros de vestir. Sencilla y elegante, lo que más destacó, por eso, fue el llamativo pañuelo que escogió. Debajo de la chaqueta, una camiseta de camuflaje. El complemento era de lo más divertido: un estampado floral azul con tonos blancos, negros y rojos.
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Al día siguiente tocaba cambiar de acto y también de ropa. En esta ocasión, volvió a seguir su estilo más clásico: chaqueta azul marino con un broche de oro, pantalones de vestir a juego y una camiseta roja de seda para romper el monocromatismo. La cartera de mano la llevó también en tonos azules, así como los zapatos de esparto. Eso sí, lo que más llamó la atención del outfit fueron los collares de oro que se puso. ¿Excesivo? El abanico con la bandera de España que no falte.
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Y de aquí, a acabar el día en un concierto de conmemoración del día internacional del alzhéimer. La ocasión merecía otro cambio de vestuario y así lo hizo. El color predominante pasó a ser el dorado, presente en el conjunto de chaqueta estampada y falda. ¿La blusa? Completamente blanca, los zapatos con una combinación de los dos tonos y el clutch en un tono dorado más brillante.
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El papel de la reina Sofía cada vez es más destacado. Ahora queda ver si con este inicio de curso escolar el rey Juan Carlos vuelve, poco a poco, a tener una cierta relevancia dentro de la Casa Real... ¿O seguirá escondido?