La relación entre Irene de Grecia y la reina Sofía es muy estrecha, siendo las únicas hermanas supervivientes tras el reciente fallecimiento de Constantino de Grecia. A pesar de las vicisitudes, siempre han permanecido unidas. La figura entrañable de la tía Pecu irrumpió en el escenario de Zarzuela hace medio siglo, inicialmente con la intención de una breve visita que se prolongó indefinidamente al no encontrar pareja. Aunque permaneció soltera, halló en los Borbón un hogar y una familia sustituta, considerando a Felipe, Cristina y Elena como sus propios hijos, a quienes cuidaba con devoción en ausencia de sus padres durante sus compromisos oficiales. Además, Irene tuvo la oportunidad de contraer matrimonio con Juan Carlos I.
Cuando la reina Sofía se enfrentó al dolor de las infidelidades de Juan Carlos, Irene de Grecia se erigió como su más sólido pilar de apoyo. La reina emérita se trasladó a residir en la casa que se había erigido para su hermana junto a la piscina, donde ambas encontraron consuelo y fortaleza en su unión inquebrantable. Aunque sus vidas han estado marcadas por el sufrimiento, ahora pasan escaso tiempo en Zarzuela, pues su relación con Letizia tampoco es idílica. Solían buscar refugio en Londres, donde residía su hermano Constantino, pero tras su fallecimiento, este destino perdió su atractivo. Tampoco frecuentan Grecia, donde reside el resto de su familia. Ginebra, donde vive la infanta Cristina, se presenta como otra alternativa de viaje.
Sin embargo, prefieren no hospedarse en casa de la infanta Cristina para no incomodarla, optando por alojarse en un hotel. Mientras tanto, la reina Sofía permanece en el mismo lugar que Juan Carlos, aunque evitan coincidir en sus encuentros, motivo por el cual el emérito ha buscado una residencia alternativa.
La reina Sofía, clienta habitual de la prestigiosa cadena hotelera Four Seasons
La familia Borbón elige el hotel Four Seasons, una distinguida cadena hotelera de cinco estrellas gran lujo, para sus estancias. Este prestigioso hotel, ubicado en el corazón histórico de Ginebra y con una trayectoria de 190 años, es el refugio favorito de millonarios y miembros de la realeza europea.
El aclamado diseñador de interiores Pierre-Yves Rochon ha sido el artífice del diseño de este hotel de cinco estrellas, situado en un edificio histórico que data de 1834, a orillas del lago de Ginebra. Cada una de las habitaciones presenta un estilo de lujo exclusivo, decoradas con elegantes muebles clásicos franceses y ofreciendo vistas panorámicas de la ciudad, el jardín o el lago. A pesar de haber sido actualizado con todas las comodidades contemporáneas, conserva elementos clásicos que le confieren un aura de sobriedad y elegancia.
El hotel cuenta con diversas categorías de habitaciones, la mayoría de ellas suites, con dimensiones superiores a los 120 metros cuadrados. La habitación más modesta abarca 26 metros cuadrados. Los precios de las habitaciones oscilan entre los 1.000 y los 14.000 euros por noche, alcanzando los 5.000 euros para una estancia en un viernes.