Hace casi 61 años que Juan Carlos I y Sofía se unieron en matrimonio. El año pasado, cuando cumplieron los 60 años, una fecha de celebración, lo pasaron totalmente separados, y es que entre ellos ya no hay ningún motivo para celebrar. Los eméritos llevan mucho tiempo haciendo vidas separadas. De hecho, cuando todavía eran reyes no dormía en la misma habitación, ni tan siquiera en la misma zona de palacio. Estaban divorciados pero sin firmar ningún papel, eso estaba mal visto. Ni aún ahora que ya no son reyes se atreven a confirmar su situación sentimental. En las únicas reuniones que se les ha visto juntos se han mostrado totalmente distantes, como si fuesen dos desconocidos.
Juan Carlos I se encuentra en Abu Dabi desde 2020. La reina Sofía viaja de Grecia a España, dejándose ver en ocasiones por París, Londres o Portugal. Como muchas personas de la nobleza, los eméritos nunca se quisieron. Sofía no quería casarse porque no estaba enamorada, su corazón le correspondía a otro hombre, pero fue traicionada. Pilar Eyre confirma que “Sofía y Juan Carlos se casaron sin amarse y al final llegaron a detestarse”.
Ni Juan Carlos ni Sofía se querían
La cronista, experta en Casa Real, asegura que la ceremonia de los reyes “fue un despropósito desde el principio hasta el final”. Ninguno de los dos estaba enamorado. Juan Carlos I ya le fue infiel la noche de antes de la ceremonia. Solo unas horas antes estuvo con la condesa Olghina de Robilart, con quien mantenía un romance, y a quien desveló sus planes de boda con una mujer a la que no amaba: “Me obliga mi padre, hay que tener hijos para continuar la dinastía… Ni siquiera sabía si me tenía que casar con Irene o Sofía”.
No obstante, la condesa no era su novia oficial. En aquel entonces se veía con la princesa italiana María Gabriela de Saboya. “Juanito la amaba y la llamó días antes de la petición de mano a Sofía: ‘No la quiero… Si tú me dices ven, lo dejo todo… Piénsalo, por favor’”. Ella le pidió que no se casara, pero el mensaje fue interceptado por Don Juan, el abuelo de Felipe VI.
Pero los planes de Sofía tampoco pasaban por casarse con Juan Carlos I. Ella también tenía un amigo muy especial que si le hubiese dicho que no se casase, se hubiese ido con él, pero no sucedió así. “Tampoco estaba enamorada de Juan Carlos, al contrario de lo que siempre se nos ha hecho creer. Enamorada había estado del duque de Kent, primo de la reina de Inglaterra. Y, cuando este se hizo novio de otra chica, su ambiciosa madre, la reina Federica, había intentado emparejarla con el príncipe Harald de Noruega”.
Se casaron en Grecia el 13 de septiembre de 1961. Pero aquel cuento de hadas fue toda una historia de terror. La reina Federica, madre de Sofía, odiaba a Juan Carlos I y a su padre. Siempre les trató con desprecio. No era el marido que deseaba para su hija.