La reina Sofía ha evidenciado desde siempre que es una mujer católica. Creyente y religiosa, hoy ha sido ella la representante de España en la canonización de Pablo VI y Óscar Romero en el Vaticano. El papa Francisco ha presidido este acontecimiento ante una plaza llenísima de fieles. Multitudinario y todavía más mediático, muchos curiosos han querido asistir a este gesto religioso que reconoce la dedicación del Papa muerto en 1978 y la del arzobispo.
La emérita no se lo ha querido perder y se ha dejado fotografiar desde su asiento de honor. Ha sido gracias a estas imágenes que hemos podido ver que sacaba provecho de un privilegio real, el "privilegio del blanco". Y es que sólo las monarcas católicas y las consortes de reyes cristianos pueden comparecer ante el Papa vestidas de blanco.
Casa real
Puede parecer una obviedad, pero no lo es. El protocolo formal requiere que las invitadas vayan vestidas de negro ante el pontífice, con un modelo largo de mangas largas y mantilla. Sólo las reinas católicas tienen el privilegio de poder de ir vestidas de blanco como el Papa. En el caso de una audiencia privada con él, en cambio, tendrían más libertad a la hora de vestir.
Como decíamos, la Reina ha querido aprovecharse de esta norma para ir vestida de blanco. Un gesto que ha repetido en todas las ocasiones en las que ha coincidido con la máxima autoridad eclesiástica.
Esta mañana le hemos visto rezar, santiguarse y leer el programa del acto. Entregada, sentada en una posición de honor pero sin ningún miembro de la familia acompañándola.
EFE
Para esta ocasión ha optado por un vestido blanco roto, formado por una americana y una falda de seda con un bordado floral a juego. Debajo ha llevado una blusa blanca bordada que quedaba en un segundo plano, deslumbrada por un magnificente collar de grandes perlas y con un rubí. ¿El resto de joyas? Todas de oro. Ha escogido, además, unos zapatos cómodos y un bolso de mano que continuaban con el monocromatismo del conjunto estilístico.
¿Cómo es que el rey Juan Carlos no le ha acompañado en este acto solemne? ¿Es una prueba más del malestar que reina en el matrimonio? ¿Los volveremos a ver juntos?