La reina Sofía cumplirá a finales de este año los 87. Una edad muy avanzada que empieza a preocuparle. Sabe que su final está cada vez más cerca y ya ha dejado todo cerrado para que ninguno de sus hijos tengan problemas a la hora de la herencia. Con las polémicas de Juan Carlos I, Felipe VI se vio en la obligación de renunciar a la multimillonaria herencia de su progenitor. Era la única forma de salvar la corona, desvincularse completamente del apellido Borbón. De esta forma, los dos mil millones de euros los heredarán a partes iguales las infantas Elena y Cristina, aunque tendrán que repartir con otras personas.

Juan Carlos I ha dejado su testamento hecho y ha escrito sus últimas voluntades. A día de hoy en ese testamento no solo figuran sus dos hijas, Elena y Cristina, también las dos mujeres más importantes de su vida. Una de ellas es Marta Gayá. Su última pareja con la que ha compartido estos últimos años y nunca le ha traicionado, a diferencia de Bárbara Rey o Corinna Larsen. Y por otro lado se encuentra la madre de sus hijos. La reina Sofía también figura en esta herencia como premio a soportar todas las humillaciones de su matrimonio, y siempre hacerlo con la mejor actitud y callada. La emérita le dio una familia y le quiso aunque él nunca lo hizo. Se siente totalmente agradecido y en deuda con ella, no piensa dejarla tirada.
Felipe VI heredará parte de la herencia de su padre a través de la reina Sofía
De igual manera esta herencia estaría manchada. La heredaría la reina Sofía y posteriormente Felipe VI. El monarca ha renunciado a la herencia de su padre, pero no a la de su madre. La imagen de la emérita es intachable, a día de hoy continúa vinculada a la corona.
Así que Felipe VI también recibirá una buena parte de la herencia del emérito a través de su madre, eso siempre y cuando Juan Carlos I fallezca antes que la reina Sofía, ya que son de la misma edad. Es cierto que él tiene más achaques que ella. Ha sido intervenido del corazón y tiene muchos problemas de movilidad.
Quienes más saldrán ganando con toda esta historia son las infantas Elena y Cristina que recibirán herencia de las dos partes, además recibirán joyas de un valor incalculable de la emérita. En relación a Juan Carlos I, las infantas han preparado una estrategia para que su dinero no vaya a la Hacienda Pública. La infanta Cristina se ha comprado una casa en Barcelona pero no residirá de forma permanente hasta el fallecimiento de su padre. Como mantiene su régimen fiscal en Suiza no pagará impuestos en España. Lo mismo sucede con la infanta Elena, que aunque no ha dejado Madrid, Froilán vivirá en Abu Dabi hasta que fallezca su abuelo, de esta forma actuará como testaferro y su herencia tampoco pasará por Hacienda.
