En otra época, las fotos publicadas desde Holanda con el rey emérito Juan Carlos I y la vedette Bárbara Rey como protagonistas en plan cariñoso, hubiera sido una gran preocupación (y humillación) para la reina Sofía. Actualmente, sin embargo, la madre del rey Felipe VI tiene otras preocupaciones más importantes que requieren su atención. Y hay una en concreto que acapara todos sus sentidos.
Se trata de su hermana, Irene de Grecia. La salud de Irene, o la "tía Pecu", como es conocida cariñosamente en su círculo más íntimo, ha sufrido un deterioro grave en las últimas semanas. El avance del Alzhéimer, enfermedad que le fue diagnosticada hace poco más de un año, ha sido implacable, y sus efectos ya son devastadores. Su situación ha llegado a tal punto que la reina Sofía ha comenzado a preparar a sus hijos, el rey Felipe VI y las infantas Cristina y Elena, para un desenlace que parece inevitable.
Irene de Grecia deja una estampa muy preocupante
El pasado fin de semana, Irene fue vista en la boda de su sobrina Teodora de Grecia en Atenas, un evento que reunió a miembros de la realeza de diferentes países. A pesar de la importancia de la ceremonia, las imágenes de Irene, en una silla de ruedas, visiblemente delgada y con la mirada perdida, han encendido todas las alarmas sobre su frágil estado de salud. Esta aparición pública no hizo más que confirmar lo que muchos temían: el avance de la enfermedad está devastando tanto a Irene como a quienes la rodean.
El deterioro físico y cognitivo de Irene ha sido un golpe duro para Sofía, quien siempre ha sido cercana a su hermana menor. Irene, que solía ser una figura activa y muy presente en la vida de la familia real, ahora se encuentra atrapada en una enfermedad que le está robando poco a poco su lucidez y fortaleza. Para Sofía, ver a su hermana en este estado es un dolor constante y, consciente de que el final puede estar cerca, ha tomado la difícil decisión de preparar a la familia para lo peor.
Los momentos más dolorosos para la reina Sofía
En medio de este escenario, Sofía ha optado por no dedicar tiempo ni energía a las polémicas sobre las infidelidades del rey Juan Carlos, un tema que, aunque ha vuelto a ocupar titulares con la aparición de nuevas imágenes, no es una novedad en su vida. Hace mucho que este tipo de escándalos dejaron de ser su prioridad. Hoy, su atención está centrada en algo mucho más profundo y doloroso: el bienestar de su hermana y el desenlace que, inevitablemente, se aproxima.