La reciente boda de Teodora de Grecia y Matthew Kumar no solo fue un acontecimiento importante en el ámbito de la realeza europea, sino también una ocasión para que las nuevas generaciones de la familia real española brillaran. Entre las invitadas más llamativas estuvo Irene Urdangarin, quien acaparó numerosos flashes por su elegancia y por lucir joyas de su abuela materna, la reina Sofía. Sin embargo, este gesto ha sacado a la luz una cuestión que ha generado controversia en los círculos cercanos a la familia: la exclusión de Leonor y Sofía, hijas de Felipe VI, del testamento de la reina emérita.
A diferencia de sus primas, como Irene Urdangarin, que ya ha tenido la oportunidad de llevar algunas de las joyas de su abuela, las hijas del rey Felipe VI no heredarán ni disfrutarán de estos bienes. Esto se debe a la postura firme que ha adoptado Felipe respecto a la herencia familiar. Tras la renuncia pública a la herencia de su padre, el rey Juan Carlos I, debido al dudoso y posiblemente ilícito origen de parte de su patrimonio, Felipe ha decidido extender esta medida a los bienes de su madre, la reina Sofía.
La princesa Leonor y la infanta Sofía, excluidas de la herencia de la reina Sofía
Felipe VI ha dejado claro que ni él ni sus hijas quieren tener relación con los bienes de su madre que, en su mayoría, están vinculados a las actividades financieras del rey emérito. Juan Carlos I acumuló una fortuna considerable a lo largo de su reinado, pero muchos de sus negocios han sido objeto de controversia, y una parte significativa de sus activos ha sido señalada como de origen sospechoso. La reina Sofía, que durante décadas compartió su vida con Juan Carlos y fue beneficiaria de estos recursos, no es ajena a esta controversia.
Este hecho ha provocado que la princesa Leonor y la infanta Sofía queden excluidas de cualquier posible herencia de su abuela, a diferencia de otros miembros de la familia como los Urdangarin y los Marichalar, quienes sí están contemplados en el testamento de la reina emérita. Este es un golpe inesperado para quienes pensaban que las hijas del rey tendrían algún derecho sobre las joyas y otros bienes de Sofía, pero la decisión de Felipe parece estar motivada por el deseo de mantener una imagen de transparencia y honestidad, en consonancia con los nuevos tiempos de la monarquía.
Felipe VI no quiere saber nada de cualquier cosa que esté vinculada a las actividades de Juan Carlos I
La relación de Felipe con sus hermanas, Cristina y Elena, ha sido un tanto distante en los últimos años, sobre todo desde los escándalos que afectaron al caso Nóos y que involucraron a Iñaki Urdangarin, exmarido de Cristina. Sin embargo, eso no ha impedido que las hermanas y sus hijos sigan manteniendo una relación cercana con su madre, la reina Sofía, quien continúa apoyándolos y mostrándose en público con ellos.
Por otro lado, esta exclusión de Leonor y Sofía del testamento podría interpretarse como una forma de evitar que se vean afectadas por los escándalos financieros que aún persiguen a la familia real. Leonor, como futura reina, debe mantenerse alejada de cualquier polémica que pueda comprometer su imagen, y esta decisión parece ir en esa dirección.