En los últimos meses, los problemas de salud en la realeza han ocupado los titulares de la prensa. Sobre todo, por parte de la realeza británica, después de que Carlos III y Kate Middleton dieran a conocer sus diagnósticos. Pero hace unas semanas era la reina Sofía que protagonizaba las noticias y generaba preocupación por su ingreso en la clínica Ruber de Madrid. A pesar de ser una infección y de volver a la estabilidad, esta sería una de las razones por las que la madre del rey Felipe VI se encargó de dejar por escrito su última voluntad y especificar que no quiere ser enterrada en El Escorial. 

La reina Sofía siempre se ha caracterizado por tener buena salud, por lo que su traslado a urgencias resultó sorprendente para un gran número de seguidores. No solo sabemos que se cuida mucho, sino que insiste en trabajar y cumplir con sus deberes hasta el fin de sus días. Si revisamos la hemeroteca, son muy pocas las enfermedades que ha tenido la emérita en los últimos años. Una de las últimas veces que se vio afectada fue en 2022, cuando contrajo COVID-19. Para esas fechas, se producía el primer reencuentro de Juan Carlos I y Felipe VI

reina Sofía

A pesar de gozar de un estado bastante estable a sus 85 años, hay otros elementos que parecen alarmar a la griega, como la fragilidad de Irene de Grecia. Su hermana y compañera del alma está diagnosticada con Alzheimer. Además, recientemente perdió a su hermano Constantino tras sufrir un derrame cerebral. Considerando estos factores, decidió asegurarse de dejar instrucciones claras que deben seguirse tras su deceso y resultan impresionantes. 

La reina Sofía no quiere ser enterrada junto a Juan Carlos I

Sofía, a pesar de su interés en permanecer activa, es consciente de su edad y de que en cualquier momento su condición puede verse afectada por una enfermedad. No todos lo saben, pero es decidida y no quiere ocasionar problemas a sus tres hijos. Es por ello que ya dejó por escrito sus voluntades y así sabrán cómo actuar llegado el momento. 

Los preparativos de Juan Carlos I difieren mucho de los de su esposa. El emérito quiere seguir con la tradición y ser enterrado en el panteón de los Borbón, pese a que no hay sitio. Sofía, por otra parte, no quiere que sus restos descansen junto a su esposo. Quiere ser incinerada y que sus cenizas sean arrojadas al mar Egeo, volver a su lugar de origen. La ceremonia de despedida debe ser discreta, mientras el emérito espera un homenaje inolvidable. “La reina Sofía me dijo que le gustaría que extendieran sus cenizas por el Mediterráneo o por el Egeo porque es su mar”, reveló Pilar Urbano en Telecinco.

Juan Carlos I

Juan Carlos tiene un lugar en el panteón de Reyes de El Escorial, igual que la reina emérita porque es esposa de rey y madre de rey. Me dijo que nunca pediría que quemen su cuerpo y que se extiendan sus cenizas por ahí. Me confesó que quería ser enterrado en España”, corroboró Urbano. 

No es de extrañar que los deseos de la reina Sofía sean opuestos a los de Juan Carlos I, puesto que su unión se realizó por conveniencia y han permanecido casados por razones institucionales. Tomando la delantera, la emérita se aseguró de dejar claro el protocolo a seguir cuando deje este mundo.