Desde que a Irene de Grecia le diagnosticaron Alzheimer, hace dos años, según la revista Lecturas, la reina Sofía está muy preocupada con su salud y con el día de su muerte. Esta preocupación aumentó el año pasado cuando falleció su hermano Constantino, o mucho antes la reina Isabel II. A diferencia de Juan Carlos I, la emérita continúa presente en la jerarquía de la corona española y con funciones dentro de la institución, por ello es probable que a ella se le haga una funeral más público, y no tanto en el ámbito privado.
Se desconoce exactamente cuando abandonará la reina Sofía sus funciones dentro de la institución, por ahora, en sus propias palabras, su labor en la corona es lo que la mantiene con vida. Antes es reina que madre o mujer. Siempre antepuso a la monarquía española, por ello también aguantó casada con Juan Carlos, aparentando las formas. Felipe VI, por su edad, ya le ha propuesto en más de una ocasión despedirse y vivir tranquila sus últimos años de vida, en marivent, un lugar que le encanta, o en Grecia, con su familia.
La reina Sofía ha sufrido muchas humillaciones y traiciones, especialmente en su matrimonio, de la mano de Juan Carlos I. Por este motivo, no piensa ni un solo minuto vivir con él hasta la eternidad. Nunca han querido anunciar su divorcio porque hubiese sido un escándalo para la corona española, pero es evidente que no están juntos. Viven cada uno a miles de kilómetros de distancia. Ni tan siquiera se ven cuando el emérito aterriza en España. Cesaron la convivencia hace décadas.
La emérita ya ha dejado por escrito a sus hijos que no quiere ser enterrada junto a Juan Carlos, que se inventen lo que quieran para justificarse, pero ese no es su deseo porque no sería feliz. Mientras el emérito quiere ser enterrado en la cripta real con su padre y sin pasar por la incineración, la reina Sofía todo lo contrario. Tiene miedo a la cripta, no quiere vivir encerrada para la eternidad, y es mucho más moderna. Ella no quiere que se la coman los bichos.
La reina Sofía quiere incinerarse y esparcir sus cenizas por el mar Mediterraneo y Egeo
“Me moriré siendo reina. Reina hasta la muerte. Aunque no reine. Aunque esté reinando mi hijo, o aunque me haya exiliado… ¡Allá ellos! ¡Ése ya no será mi problema! Que hagan conmigo lo que quieran”, dijo en una entrevista, pero por seguro no quería enterrarse en El Escorial. Para ella el panteón de los Borbones, donde desearía enterrarse Juan Carlos, “es muy tétrico. Da escalofríos. Encima, hay que estar no sé cuántos años en el pudridero. Y no hay sitio ya. Están llenos todos los cajones…”
“Cuando yo esté muerta, no van a preguntarme qué entierro quiero, claro: pero si me dieran a escoger, preferiría que me incinerasen y esparcieran mis cenizas por el Mediterráneo y el Egeo. Son un mismo mar: ¡el mar de mi vida!”, contó en una conversación sobre su muerte.
