La reina Sofía es la única integrante de la familia Borbón que continuó formando parte de la institución una vez que Felipe y Letizia decidieron retirar las funciones a todos los familiares, así como la asignación que recibían de los Presupuestos Generales del Estado. La emérita fue vista siempre como una víctima de las fechorías y engaños de Juan Carlos, la ciudadanía la quería, y los reyes no vieron motivo para echarla. Es más, podría ayudarles en algunos compromisos institucionales. Por ejemplo, los religiosos, a los que la madre de Leonor y Sofía no es muy afín.

Sofía de Grecia es reina antes que madre o mujer. Siempre ha priorizado la corona. Se ha entregado al 100% y siempre ha sabido cuál era su sitio. Su deseo es morir con la corona puesta. No obstante, con la mayoría de edad de Leonor, actual princesa de Asturias, y con la inminente mayoría de edad de la infanta Sofía, sus labores serán necesarias, sus nietas cogerán el relevo. Ella no tiene la palabra jubilación en mente, aunque a día de hoy pasa más tiempo fuera de Zarzuela que dentro.

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La reina Sofía evita cruzarse con Letizia, vive entre Londres, Ginebra y Atenas 

La madre de Felipe ha pasado los últimos años en Londres. Allí vivía su hermano y su cuñada en el exilio. Sin embargo, tras su muerte, es una ciudad que le trae muchos recuerdos y prefiere poner un cierto distanciamiento. Estaba muy unida a Constantino, como también lo está a Irene, su única hermana en la actualidad. Ambas están siempre juntas. Ahora mismo uno de los lugares que más frecuenta es Ginebra, allí se encuentra su hija Cristina. No obstante, estos planes también han cambiado desde que Juan Carlos se queda cerca de ella. El exmonarca intenta cambiar su residencia de Abu Dabi a Suiza, donde estaría más cerca de España y los viajes serían mucho más cómodos. Además, pertenecería a Europa y tampoco debería declarar su dinero a la Hacienda Pública en España.

Reina Sofía con Irene y Constantino

De Ginebra a España tan solo hay unas dos horas de avión aproximadamente. Esos viajes son muy cómodos para la reina Sofía, pero más aún para Irene de Grecia que su salud es delicada. Sin embargo, cuando Juan Carlos está cerca de su hija, la emérita se sube de nuevo a su avión privado para marcharse a Atenas, con su familia. Allí es siempre bien acogida.

Por Zarzuela solo pasa si tiene algún compromiso institucional. Allí se hospeda, lógicamente no va a quedarse en otra casa o en un hotel teniendo la suya propia. Su relación con Letizia no es muy buena y prefiere no encontrársela.