La reina Sofía y Juan Carlos I nunca se quisieron. Se casaron por obligación. La emérita estaba enamorada de Harald de Noruega, pero no fue correspondido. El emérito mantenía una relación con Olghina, pero Juan de Borbón se encargó de dinamitarla para que se casase con la hija de la reina Federica. Así estaba escrito. Tal vez por ello el padre de Felipe VI engañó un millar de veces a su madre. Los reyes solo mantuvieron relaciones íntimas para tener descendencia. Después de varios intentos nacieron dos niñas, a la tercera llegó el tan ansiado varón, quien se convertiría en el futuro Jefe de Estado. A partir de ese momento dejaron de acostarse juntos, ni tan siquiera dormían juntos en la misma habitación. La reina Sofía se marchó con su hermana, que vivía con ellos a escasos metros.
La griega había descubierto toda la verdad, la infidelidad de su marido. Se sintió humillada y traicionada. Por este motivo cogió las maletas y se marchó a la India, donde se encontraba su madre exiliada. La reina Federica le hizo volver con sus hijos a Madrid. Una humillación en toda regla, pero no le quedó más remedio que obedecer porque hubiese estado muy mal visto por su parte. Poco a poco se destaparon algunas de las infidelidades del exmonarca, y la hermana de Irene de Grecia quedó apodada como la reina cornuda. Una deshonra, por ello se vengó de muchas de esas mujeres.
La reina Sofía, al lado de Juan Carlos a pesar de las humillaciones
A pesar de ello, de cara al público, la reina Sofía siempre se ha mantenido al lado de Juan Carlos I. Ha aparecido en todos los actos institucionales a su lado, y así lo lleva haciendo desde hace más de cinco décadas. Y es que Sofía cumple. Es una persona que sabe perfectamente cuál es su sitio. Tampoco quiere dañar el reinado de su hijo, su verdadero amor.
A la reina Sofía se le han hecho muchos desplantes y humillaciones y, sin embargo, ella siempre sigue allí, al pie del cañón, ayudando a sus tres hijos en sus problemas. Los únicos hijos de Juan Carlos I, por lo menos los que están reconocidos como tal.
Esta semana se volvía a hablar de sus hijos ilegítimos. Con motivo de su viaje a España, dos periodistas sacaban a la luz en un nuevo libro, una nueva y desconocida relación del emérito con una aristócrata. Data de finales de los años 70. De ella nació Alejandra de Rojas, una conocida modelo que siempre se ha mantenido al margen. De hecho, ahora que todo ha saltado por los aires guarda absoluto silencio.
Una nueva humillación para la reina Sofía de parte de Juan Carlos I. Aunque él mismo lo ha desmentido, la emérita se mantiene escondida en Zarzuela, protegida por su hermana, Irene de Grecia, su paño de lágrimas. Una vez más le han asestado un duro golpe. Sola y humillada hasta el final de sus días. Vuelve a recordarse que es la reina cornuda.