La reina Sofía nunca se ha sentido querida. Ni por sus hijos, ni por su marido. Hace tiempo que Juan Carlos y ella viven totalmente separados. Desde que se encuentra en Abu Dabi nunca ha ido a verle, solo han coincidido en ocasiones institucionales, como el funeral de la reina Isabel II, el fallecimiento de Constantino de Grecia, o en la boda del príncipe Hussein, hijos de los reyes de Jordania. La relación entre ellos es totalmente inexistente.
Juan Carlos y Sofía se casaron por obligación. Nunca se quisieron. Ella estaba enamorada de Harald de Noruega, pero el corazón de éste estaba ocupado. Él mantenía una discreta relación con la periodista Olghina de Robilant, pero Juan de Borbón se encargó de destruir ese noviazgo confiscando la carta que podría haberlo cambiado todo. Se casaron por obligación y su matrimonio fue un desastre desde el principio. La madre de Felipe era una persona muy responsable y desempeñó su papel de reina consorte a la perfección, como se esperaba de ella. Sin embargo, las cosas cambiaron cuando descubrió las infidelidades del emérito.
Sofía y Juan Carlos no mantenían relaciones íntimas, ni tan siquiera dormían juntos. Solo se acostaban juntos para concebir al varón que heredaría la Jefatura de Estado en el futuro, pero tardó en llegar, primero fueron dos niñas, Elena y Cristina, a la tercera Felipe. Tal vez por ello, el exmonarca empezó a ver a otras mujeres. Tenía una lista de más de 1.000, una en cada ciudad, algunas relaciones esporádicas y otras llegaron a conquistarle, como Bárbara Rey, Corinna Larsen o Marta Gayá.
La emérita quiso divorciarse, pero la reina Federica no se lo permitió. Le obligó a resignarse y volver a España con sus hijos. Debía ejercer su papel. Se quedó como la reina cornuda y humillada, pero juró que se vengaría de todas aquellas mujeres que se acostaron con su marido. Tenía una larga lista en la que apuntaba todas las posibles amantes. Entre ellas figura Isabel Preysler, con quien nunca ha tenido una buena relación.
El acercamiento de Alfonso Díez e Isabel Preysler pone en alerta a la reina Sofía
De hecho, parece que a Isabel Preysler le gustan los mismos hombres que a ella. La madre de Tamara Falcó está soltera, aunque se la empieza a relacionar con Alfonso Díez. Curiosamente, el viudo de la duquesa de Alba mantuvo una relación de amistad con Sofía, son muy amigos y podrían haber tenido algo más. La mujer de Juan Carlos era muy amiga de Cayetana, y cuando su salud empeoró llamó todos los días, Alfonso era quien descolgaba el teléfono y hablaba durante una hora con Sofía, compartían muchas aficiones.
La reina Sofía está celosa del acercamiento de Alfonso e Isabel Preysler. Ella podría llegar a enamorarse del aristócrata, pero nunca se atrevió por su condición de reina. Ahora siente que ha perdido una oportunidad, y tiene que ser una de las supuestas amantes de Juan Carlos quien se enamore de él.