La vida familiar de la reina Sofía no ha sido fácil. Desde siempre, ha tenido que soportar la soledad y la infidelidad de su esposo, el rey emérito Juan Carlos I. A pesar de haber querido separarse de él en algún momento, huída incluida a la India con sus hijos, la presión social (y el interés de no quedarse con una mano delante y otra detrás) le hicieron quedarse y aguantar. Sin embargo, su lucha contra la soledad no ha terminado. En la actualidad, Sofía se siente desplazada por una mujer de 70 años que le está amargando la vida en Zazuela.
La hermana de la reina, Irene de Grecia, ha sido su mayor apoyo durante años. Llegó a Zarzuela por unos días cuando murió Franco, pero se quedó para siempre. Actualmente lleva ya cuarenta años viviendo en el domicilio de su hermana. Se le habilitó una zona en El Pardo. Concretamente en los vestuarios de la piscina. La madre de Felipe, que ya no dormía con Juan Carlos, se mudó al domicilio de su hermana.
Relación cuestionable entre nuera y suegra
Mientras tanto, la relación entre Letizia y Sofía nunca ha sido buena. Letizia ha ido desplazando y alejando poco a poco a la reina Sofía de su hijo y de sus nietas. Aunque viven a un kilómetro de distancia, prácticamente ni se ven. La monarca cena con su madre, Paoma Rocasolano, pero no con su suegra. Aunque Felipe sí quiere tener a su lado a Sofía, su mujer la evita. La relación nunca ha sido buena.
No hace falta más que recordar la escena en la misa de Pascua en Mallorca en 2018. Primero Letizia intentó evitar que Sofía se fotografiara con la infanta Sofía y la princesa Leonor en el interior de la Catedral. Más tarde le limpió el beso que la abuela le había dado a su nieta mayor.
Paloma Rocasolano amarga un poco más la vida a la emérita Sofía
Cabe decir que en aquella ocasión lo único que hizo Letizia fue proteger a sus hijas del interés de la abuela de fotografiarse con sus nietas para limpiar su imagen. La reina actuó correctamente impidiendo que Sofía se aprovechara de las pequeñas. Pero también es cierto que mató dos pájaros de un tiro. Letizia no quería esa foto.
Una mala relación, la de Letizia y Sofía, que se ha vuelto más tensa en las últimas semanas. Con la muerte de Constantino de Grecia, todos los familiares se reunieron para rendirle homenaje, excepto dos: la princesa Leonor y la infanta Sofía. La razón real es que Letizia no quiere que sus hijas se vinculen a Juan Carlos I, quien estuvo a punto de hacer desaparecer la corona con sus errores.
En cambio, Leonor y Sofía siempre han tenido más contacto con Paloma Rocasolano, la madre de Letizia. La reina siempre la ha puesto muy por delante de Sofía en la familia. Y así sigue siendo a día de hoy. Algo que está amargando un poco más la vida a la emérita.