La reina Sofía ha mantenido siempre su papel institucional como reina por encima de su papel de madre y abuela. Aunque actualmente ostenta el título de reina emérita, sigue exigiendo un trato reverencial de familiares y amigos, respetando la jerarquía establecida. A lo largo de los años, ha mantenido su vida privada en gran medida fuera del escrutinio público, compartiendo muy poco sobre sí misma, al igual que el rey Felipe y la reina Letizia, quienes han optado por no mostrarse cercanos a la ciudadanía.
A pesar de las diferencias y desencuentros que se han rumoreado entre la reina Sofía y la reina Letizia, recientemente se ha descubierto un hábito que podría unirlas más de lo que se pensaba. Ambas comparten la costumbre de llevar cigarrillos en sus bolsos, revelando un posible punto de conexión entre ellas. Aunque la actual reina fuma discretamente en momentos de estrés, lo mantiene en secreto debido a las connotaciones negativas que podrían surgir, especialmente dada su preocupación por llevar un estilo de vida saludable.
La reina Sofía comparte el mismo vicio que Letizia
Sorprendentemente, la relación de la reina Sofía con el tabaco tiene similitudes con la de su nuera. Según revelaciones de expertos en Casa Real, la reina Sofía solía ser una fumadora habitual, llegando a consumir hasta diez cigarrillos diarios en ciertos períodos de su vida. En su juventud, empezó a fumar para aparentar ser mayor, un comportamiento común en esa época. Este hábito parece haber sido compartido con su nieta, Victoria Federica, quien también ha sido vista fumando antes de cumplir los 18 años.
El libro "Doña Sofía. La Reina habla de su vida" de Carmen Enríquez y Emilio Oliva revela que el rey Juan Carlos también tenía afinidad por el tabaco, pero prefería los puros. En un intento por dejar de fumar cigarrillos, la reina menciona que Juan Carlos optó por seguir fumando puros, aunque su médico eventualmente le prohibió también esta práctica debido a su estado de salud. A pesar de la prohibición médica, continúan llegándole cajas de puros.
Este inesperado punto en común entre la reina Sofía y la reina Letizia demuestra que, a pesar de las aparentes diferencias y tensiones, existen aspectos personales compartidos entre los miembros de la familia real. La relación con el tabaco, en particular, ha sido un hilo conductor a lo largo de las generaciones, revelando una conexión más profunda entre la actual reina y su predecesora.