La reina Sofía atraviesa el peor verano de su vida. Debido a su edad, aunque no presenta ningún problema de salud, la emérita quería reunir por primera vez en diez años a sus ocho nietos, un recuerdo que quería inmortalizar en una fotografía porque sabe que pronto en pocos años no podrá visitar Marivent. La mujer de Juan Carlos se lo comunicó a sus tres hijos, mientras las infantas Elena y Cristina se mostraron predispuestas en todo momento, Felipe tuvo que consultarlo con Letizia, en ese momento todas sabían que el sueño de Sofía no podía materializarse. Letizia no iba a permitir que Leonor y Sofía se reencontrase con sus primos, y mucho menos con Victoria Federica y Froilán.
Justo al recibir la negativa de Letizia, cuando ésta llegó a Marivent con las niñas, la reina Sofía se marchó a Granada para presidir un compromiso institucional que llevaba meses marcado en rojo en el calendario. Sin embargo, se especuló con un sinfín de rumores, entre ellos la mala relación entre reinas. A la madre de Felipe no le sentó nada bien este nuevo rechazo.
Previsiblemente los reyes se marcharán esta semana de Palma de Mallorca a un lugar totalmente desconocido para sus vacaciones familiares. Es en ese momento cuando toda la familia tenga libre para visitar a la reina Sofía en Marivent, sin embargo hay algunos de sus nietos que por fechas no podrán quedarse mucho tiempo.
La reina Sofía cumplió con el protocolo
Sofía solo ha contado con el inestimable apoyo de su hermana Irene de Grecia, la mujer que nunca le ha fallado. La apoyó con las infidelidades de Juan Carlos, con los divorcios de sus hijas y con el rechazo de Letizia. Aunque no tenga buena relación con su nuera, a la emérita no le queda más remedio que obedecer a todas las órdenes de Zarzuela. La griega no sería capaz de perjudicar el reinado de su hijo, el amor de su vida.
La reina Sofía colaboró en la recepción de las autoridades de la isla y apareció en la tradicional fotografía familiar junto a sus nietas, su hijo y su nuera. Sin embargo, evitó cualquier sonrisa. “Hubo una breve conversación entre la reina Letizia y doña Sofía. Más ficción que realidad ante las cámaras. A la Emérita se la vio siempre sin sonreír. Triste. La única vez que sonrió fue cuando la saludó el cocinero, estrella Michelín, Koldo Royo. Las dos, ante las cámaras, se mostraron amables, pero la realidad es que entre ambas hay frialdad, y en la Emérita mucha tristeza”, detalla ‘Elcierredigital’ según fuentes consultadas. Otras fuentes aseguran que vieron a la emérita “mayor y triste”.
El resto del tiempo Sofía no cruza ni una sola palabra con Letizia. Ella se queda en el palacio de Marivent, mientras que la actual reina está en la masía Son Vent, a unos escasos metros, como en Zarzuela. Su principal apoyo es Irene. Duermen juntas y solas. Cenan con la luz apagada.