La relación de la reina Sofía con su hermana Irene, conocida cariñosamente como 'tía Pecu', se ha vuelto aún más vital después del fallecimiento reciente de Constantino de Grecia, dejándolas como las únicas hermanas sobrevivientes. Juntas, enfrentan las dificultades de la vida, apoyándose mutuamente en estos tiempos difíciles. La figura entrañable de la tía Pecu ha sido un ancla para Sofía, proporcionándole consuelo y compañía en medio de la soledad y los desafíos que ha experimentado en los últimos años.
La vida de la reina Sofía en la Zarzuela ha estado marcada por momentos de traición y dificultad, especialmente durante la partida de Juan Carlos I a Abu Dabi y las tensiones familiares entre sus hijos. La infanta Cristina fue apartada de la casa real debido a su apoyo a Iñaki Urdangarin en el caso Nóos, mientras que la infanta Elena ha sido relegada debido a sus problemas familiares y su cercanía con Juan Carlos I. En medio de estas complicaciones, Sofía ha encontrado consuelo en la compañía y el apoyo incondicional de su hermana Irene.
La reina Sofía vive el panorama más complicado en la recta final de su vida
La situación actual de Sofía es aún más desafiante debido a los recientes escándalos que han afectado a la monarquía española. Las revelaciones sobre una presunta infidelidad de la reina Letizia han puesto al rey Felipe VI en una posición comprometida, mientras lucha por mantener la estabilidad en su matrimonio. Ante esta situación, Felipe busca refugio en los dominios de Sofía en la Zarzuela, a 1 km del Pbellón del Príncipe donde ha vivido con Letizia, donde encuentra consuelo en la compañía de su madre y sus hijas.
Sin embargo, la salud de Irene también preocupa profundamente a Sofía. La tía Pecu lucha contra la enfermedad del olvido, lo que ha dificultado su capacidad para recordar nombres y caras. Con el corazón encogido por la preocupación, Sofía se esfuerza por cuidar de su hermana mientras enfrenta sus propias batallas personales.
Visitas frecuentes a Ginebra
Para desconectar de vez en cuando de las tensiones y preocupaciones, Sofía y Irene suelen escaparse a Ginebra, donde se hospedan en el lujoso hotel Four Seasons. Ubicado cerca del lago Lemán, este prestigioso hotel ofrece un refugio de tranquilidad y elegancia para la familia real. Diseñado por el aclamado diseñador de interiores Pierre-Yves Rochon, el hotel ofrece suites exclusivas con vistas panorámicas de la ciudad y el lago, proporcionando un oasis de calma para Sofía y su hermana.
Aunque Sofía y otros miembros de la familia Borbón eligen el Four Seasons por su lujo y comodidad, la reina ha optado por una suite más ‘modesta’ de 100 metros cuadrados. Aunque más pequeña que otras opciones disponibles, esta suite ofrece el espacio y la privacidad que Sofía necesita para relajarse y recargar energías. En medio de las incertidumbres y tensiones que enfrenta, Sofía encuentra consuelo y serenidad en la calidez y la familiaridad de su refugio temporal en Ginebra.