La reina Sofía estaba completamente enamorada de Harald de Noruega, pero él no, solo la veía como una amiga, la excusa perfecta para poder entablar una relación con su verdadero amor sin que nadie se percatase de nada. La prensa solo hablaba de una relación falsa entre Harald y Sofía. Perdida esta oportunidad, a la reina Federica no le quedó más remedio que emparentar a su hija con Juan Carlos I. Ella hizo el esfuerzo de quererle, pero recibió muchas humillaciones. El Borbón se casó por obligación, no estaba enamorado de ella y nunca llegó a estarlo. Sin su conocimiento se acostaba con miles de mujeres, se habla de más de 5.000. Una vez descubrió las infidelidades, Sofía montó el cólera y estuvo a punto de divorciarse, pero su madre se lo negó en rotundo. Sería una deshonra para la corona. Así que se mantuvo en su papel de reina como ha hecho hasta ahora, antes monarca que madre, mujer o persona.

El matrimonio entre reyes nunca ha sido fácil. No es como el resto de mortales. Es una carrera repleta de obstáculos, y esa lección también la han aprendido Felipe y Letizia. Viendo a sus padres, el entonces príncipe tenía claro que quería casarse con una persona de la que realmente estuviese enamorado, por ello no aceptaba las aristócratas que le presentaban sus padres. Se casó con una plebeya, la presentadora de informativos de TVE.

La reina Sofía con Paloma y Letizia EFE

Juan Carlos y Sofía nunca aceptaron a Letizia. El exmonarca por el pasado tan oscuro de la entonces princesa, y la emérita porque no creía que pudiese estar a la altura de una reina. En 2013, el matrimonio vivió su crisis más importante, y es que tenían todo en contra. Explotó el caso Nóos, y el emérito se vio envuelto en numerosas polémicas. La mujer de Felipe obligó al futuro rey a abdicar a su padre y a separarse de toda la familia retirándoles las funciones. Le puso en contra a toda la familia.

Juan Carlos investigó a Letizia y la reina Sofía se enteró de todo 

“Ese año fue la crisis más fuerte. Quizá hubo otras más fuertes pero las llevaron en la intimidad, pero de esta nos enteramos todos. En esa época, Letizia estaba muy delgada, tensa y con muy mala cara. Venía mucho a Barcelona, un poco huyendo de Madrid. Tenía un grupo de amigas con las que se sentía muy a gusto y protegida” asegura Pilar Eyre.

Felipe Letizia día Jaime del Burgo EFE

Letizia amenazó con el divorcio, pero Felipe le recordó las cláusulas que firmó en las capitulaciones matrimoniales. En caso de divorcio, las niñas se quedarán en Zarzuela y solo podrá verlas días estipulados. La reina no estaba dispuesta a perderlas, así que se quedó.

Sin embargo, fuentes cercanas a la reina Sofía revelan que la emérita les contó en una ocasión la verdad del no divorcio. No solo preocupaban a Letizia sus dos hijas, la reina no quería perder el poder. Es una mujer muy ambiciosa y había llegado a la cima, es la mujer más poderosa del país. Su objetivo. No estaba dispuesta a sacrificar esta vida, aguantaría lo que hiciese falta.