No es ningún secreto. La reina Sofía y Letizia no mantienen una buena relación. De cara al público se muestran cordiales, pero fuera de cámaras no se hablan. La actual reina no deja entrar a la emérita a su casa. De hecho, es Paloma Rocasolano la que siempre se ha ocupado de Leonor y Sofía. La madre de Felipe se siente de menos, completamente sola. La emérita siempre ha sido una reina querida. Una de las más elegantes, y cuando Letizia se postuló como sucesora recibió multitud de críticas, se pensó que no estaría a la altura. Aunque su imagen ha mejorado considerablemente todavía recibe numerosas críticas.
Letizia ha hecho una gran labor en la imagen de la corona. Es innegable que ha sido una figura clave en su recuperación. Pero su perfección también le ha jugado malas pasadas. La reina se encarga de corregir públicamente a Felipe y a sus hijas. En más de una ocasión se la ha podido ver dándoles instrucciones y hacerse con el control de la situación en cualquier acto público. Con esta actitud ha querido demostrarle a la reina Sofía que es más reina que ella y que la ha sustituido con notable éxito.
Enfrentamiento entre las dos reinas
Sin embargo, la reina se ha labrado una imagen fría y calculadora. Eso le quita la cercanía tan característica de la reina Sofía. Cuesta empatizar con ella. La periodista Mabel Galaz cree que sería mayor ese activo si se les permitiera ser más espontáneos, más libres y más ser como son”. Poco a poco Letizia está mejorando esa imagen para acercarse más a la ciudadanía. La madre de Leonor y Sofía es consciente de todo lo que se dice de ella fuera de Zarzuela. Es su punto débil.
“Está demostrando una cercanía y una calidez que antes no había demostrado. Está evolucionando hacia lo que le falta. Es una buena profesional, hace bien su trabajo de representación, se prepara muy bien los actos, ha mejorado en el tema de idiomas, conoce todo, le interesa todo porque ella ha sido periodista y solamente hay que verla para notar cómo se toma en serio su trabajo. Pero le faltaba esa otra parte, la empatía, que es en lo que está trabajando”, expresa Galaz para Bekia.
Letizia sabe que no puede contar con la aprobación de todo el mundo y tampoco es muy querida entre las ‘Royals’, un punto en contra. “Lo tiene más difícil que el resto porque no gusta a los monárquicos tradicionales y los que no son monárquicos, le gusta menos”, opina la periodista
“Ella lo dice: ‘Yo sé que no le voy a gustar a todo el mundo, yo no he nacido sabiendo agradar, como le pasa a Felipe. Estoy trabajando en ello, pero sé que no le voy a gustar a todo el mundo’”, revela Mabel Galaz.