La reina Sofía ha despertado una vez más la curiosidad de los medios y el público tras haberse dado a conocer que guarda pruebas de la existencia de vida extraterrestre en el Palacio de la Zarzuela, por lo que la residencia oficial de los reyes de España podría considerarse como una extensión de la famosa ‘Área 51’ de EE.UU. Y es que, según ha trascendido, entre las curiosidades que adornan la residencia real, se encuentra una enigmática piedra de Ica, supuestamente grabada con mensajes de seres de otro mundo. Esta roca, que fue un obsequio del conocido escritor y ufólogo J.J. Benítez en 1980, ha generado especulaciones sobre la posible existencia de pruebas de civilizaciones alienígenas en poder de la realeza española.
Este peculiar regalo fue inspirado por el libro "Existió otra humanidad", publicado por Benítez en 1975, en el que se argumenta la existencia de una antigua civilización avanzada en nuestro planeta. El autor sostiene que más de once mil piedras encontradas en Ica, Perú, “perfectamente grabadas con sugestivos dibujos, dan testimonio de que ciertos habitantes de la "Prehistoria tenían conocimiento de las ciencias de hoy: medicina, biología, botánica, náutica, astronomía…” dan testimonio de los conocimientos científicos de esta civilización perdida.
El traslado épico de la piedra extraterrestre
La entrega de la piedra de Ica a la Reina Sofía no estuvo exenta de complicaciones. Con un peso de 2.000 kilogramos, su traslado desde Perú hasta España fue una verdadera odisea. J.J. Benítez narra en su sitio web el periplo que tuvo que enfrentar para cumplir con el deseo de la emérita. Finalmente, con la ayuda de una grúa, la roca extraterrestre llegó al Palacio de la Zarzuela.
Fotos históricas capturaron el momento en que la Reina Sofía sonreía junto a Sabino Fernández Campo, secretario general de la Casa del Rey, J.J. Benítez y un grupo de periodistas que cubrían los viajes reales. La roca fue inicialmente ubicada en los jardines del palacio, para luego ser trasladada a una zona cercana a la piscina, donde permanece hasta el día de hoy.
Según relata el fotoperiodista Gianni Ferrari, testigo presencial de la llegada de la roca, el rey Juan Carlos I no compartía el mismo entusiasmo de la reina por estos asuntos paranormales. Sin embargo, Sofía se mostraba apasionada cada vez que hablaba con J.J. Benítez, demostrando así su interés inquebrantable por el fenómeno extraterrestre.
Los orígenes de su fascinación por los ovnis
La afición de la Reina Sofía por los ovnis parece tener su origen en su madre, la reina Federica de Grecia. Según las memorias de Federica publicadas en 1971, ella misma reconocía su interés por el tema de los objetos voladores no identificados y la vida extraterrestre.
De este modo, el legado de la reina Sofía no solo se centra en su labor institucional, sino también en su fascinación por los misterios del universo y su convicción de que la humanidad no está sola en el cosmos. Aunque muchos podrían considerar estas creencias como extravagantes o poco fundamentadas, la emérita ha mantenido su interés por el tema a lo largo de los años.