La historia del matrimonio entre Juan Carlos I y la reina Sofía está lejos de la imagen perfecta de la realeza. Durante décadas, ambos mantuvieron una fachada de armonía, pero tras las puertas del palacio, la realidad era muy distinta. Mientras que las infidelidades de Juan Carlos se han documentado ampliamente, atribuyéndosele más de 5.000 amantes, la vida amorosa de Sofía ha permanecido en la sombra, aunque con el tiempo han salido a la luz detalles que muestran que la reina emérita no fue una esposa tan sumisa como muchos pensaban.
Desde el principio de su matrimonio, Sofía tuvo que soportar las traiciones de su esposo. Las aventuras de Juan Carlos eran conocidas en su círculo más cercano, y con el tiempo, el público también comenzó a enterarse de su agitada vida sentimental. A pesar de esto, Sofía mantuvo su papel público como reina consorte con dignidad. Sin embargo, detrás de esa fachada de lealtad, también encontró la forma de explorar sus propios romances.
A la reina Sofía también se le han atribuido relaciones extramatrimoniales
A lo largo de los años, la reina Sofía fue vinculada a cuatro hombres en particular, con los que habría mantenido relaciones durante las frecuentes ausencias de Juan Carlos. Según la periodista Pilar Eyre, Sofía tuvo que enfrentar su soledad y buscar consuelo en otros. Uno de los nombres que más ha sonado es el de un arquitecto cercano al periódico El País, con quien, al parecer, mantuvo una relación cercana. Este hombre, que nunca fue identificado públicamente, habría sido uno de los confidentes de la reina durante los momentos en los que se sentía abandonada por su esposo.
Otro de los presuntos romances de Sofía fue con el famoso escritor J.J. Benítez, autor conocido por sus libros sobre temas paranormales. Según Eyre, Benítez no solo era un amigo, sino que también le escribía poemas de amor a la reina, mostrándole una ternura que ella no encontraba en su vida con Juan Carlos. La relación entre ambos nunca fue confirmada públicamente, pero los rumores circularon ampliamente en ciertos círculos.
El tercer hombre en la vida de Sofía, según las mismas fuentes, fue un profesor universitario, cuya identidad aún permanece en el misterio. Este académico, aparentemente cercano a la reina en su faceta más intelectual, habría tenido un papel importante en su vida durante algunos años, pero nunca trascendió más allá de los rumores.
Pudo haber un quinto, Alfonso Díez, pero Sofía decidió poner distancia
El último nombre en esta lista es Enrique de la Mata, ex presidente de la Cruz Roja, con quien Sofía habría mantenido una relación muy estrecha. De la Mata incluso confesó a la periodista Pilar Eyre que su relación con la reina era más profunda de lo que muchos imaginaban, insinuando una conexión íntima.
Más recientemente, Sofía fue relacionada con Alfonso Díez, el viudo de la Duquesa de Alba. Se decía que ambos comenzaron a acercarse tras la muerte de la duquesa, gran amiga de Sofía. Aunque inicialmente esta relación parecía ser una simple amistad, algunas voces cercanas sugieren que pudo haber algo más. Sin embargo, la Casa Real intervino y pidió a la reina emérita que mantuviera un perfil bajo, lo que provocó el distanciamiento entre Sofía y Alfonso.