Juan Carlos y Sofía nunca tuvieron afecto mutuo. Ninguno de ellos entró en matrimonio por amor. Aunque Juan mantenía un vínculo con Olghina de Robilant, una periodista y escritora, su relación fue sabotada por Juan de Borbón, quien buscaba que se casara con alguien de la realeza para consolidar la unión de dos dinastías. Entre las candidatas estaban la reina Sofía y su hermana Irene. A pesar de los sentimientos de la reina por Harald de Noruega, este último solo la utilizó para encontrarse clandestinamente con su actual esposa. Sofía sufrió desengaños tanto de Harald como de Juan Carlos, este último la despreció a pesar de sus esfuerzos por complacerlo, recibiendo únicamente humillaciones públicas. La notoria reputación de mujeriego de Juan Carlos se consolidó con la divulgación de sus más de 5.000 infidelidades.
Además de sus infidelidades, Juan Carlos ejercía control sobre Sofía, impidiendo que esta tuviera autoridad sobre él. Aunque ella ostentaba el título de reina consorte, él detentaba el poder y ella debía someterse sin objeciones. Cualquier desviación de protocolo o protagonismo indebido por parte de Sofía era reprimido y castigado por Juan, llegando incluso a golpearla con su bastón fuerte para enseñarle una lección. La reina Sofía siempre callaba, nunca se quejaba.
Juan Carlos trató a la reina Sofía con desprecio
Pilar Eyre, en su canal de Youtube, denuncia el desprecio de Juan Carlos hacia Sofía, quien era objeto de burlas y humillaciones, incluso por parte de terceros. Relatos sobre comentarios despectivos del rey hacia su esposa, como el incidente en la Catedral de Santiago donde la despreció públicamente, abundan en los círculos cercanos a la Casa Real. "Se ha comportado con absoluto desprecio... Se ha reído de todo. La ha llamado tonta y le ha dicho 'tú de esto no entiendes'. Se ha reído hasta de sus creencias", asegura Pilar Eyre en su canal de Youtube. "Una vez vino el papa Benedicto y le dio con el bastón a la reina al creer que estaba mal colocada", cuenta la periodista.
La reina sufrió en silencio las infidelidades de su esposo y soportó todo tipo de burlas. "Contó un compañero del ejército que cuando se ponían a hablar de chicas, el rey decía 'rompan filas que viene la reina'. Una vez fue tan evidente que ella se quedó absolutamente sola en medio de una fiesta sin tener con quién hablar", relata la experta en Casa Real.
Juan Carlos nunca trató a Sofía con respeto, llegando incluso a insultarla y menospreciarla. Durante una visita a la Catedral de Santiago, cuando la reina intentó ayudarlo después de que tropezara, el rey respondió con desprecio, sin mostrar ni siquiera gratitud por su gesto. La grabación de un programa de televisión, que contaba con un experto en lectura de labios, captó el momento en que Juan Carlos dirigió palabras ofensivas hacia Sofía, aunque el contenido fue considerado demasiado vulgar para ser transmitido. "¡Déjame en paz coño, quién te ha dicho que me ayudes!”.