Seamos sinceros, no es ningún secreto si decimos que la reina Sofía y Juan Carlos nunca estuvieron enamorados. Lo intentaron, pero no funcionó. Les hicieron casarse por obligación, como querían hacer con Felipe VI. La emérita estaba enamorada perdidamente de Harald de Noruega, pero él solo la veía como una buena amiga. El emérito mantenía una relación con Olghina de Robiland, una periodista y escritora, como Letizia. Sin embargo, Juan de Borbón se reunió con la reina Federica y pactaron juntar a sus hijos. Fue el padre del exmonarca quien destruyó la relación entre su hijo y su pareja. Juan Carlos estaba dispuesto a renunciar a la corona si ésta le escribía una carta demostrándole todo su amor. Lo hizo, pero Juan de Borbón la interceptó y la destruyó. El padre de Cristina y Elena se casó pensando que no le quería.
La boda de Juan Carlos y Sofía fue un absoluto desastre, pero también su eterna luna de miel. Mantuvieron relaciones íntimas para dar a luz al varón que heredaría el trono en el futuro. Para mala suerte de ambos, las dos primeras fueron niñas, y tras varios intentos llegó el tercero, Felipe VI. A partir de ese momento dejaron de acostarse juntos. Ni tan siquiera dormían en la misma cama, ni en la misma habitación, ni en la misma zona de la casa.
La reina Sofía descubrió las infidelidades de Juan Carlos, y a partir de ese momento decidieron poner punto y final a su relación. Estuvieron a un paso de divorciarse, pero sería una deshonra para la corona. La emérita cogió a sus hijos y se marchó a la India, donde se encontraba la reina Federica en el exilio. Su madre le hizo recapacitar y la mandó de vuelta a España, como nada hubiese pasado. El emérito también estuvo a un paso de divorciarse, cuando conoció a Corinna Larsen en 2009, se lo comunicó a sus tres hijos.
La reina Sofía intentó hacer las paces con Juan Carlos
Se ha hablado mucho de las conquistas de Juan Carlos, así como de las infidelidades a la reina Sofía, pero nunca de las conquistas de la emérita. Ella siempre ha sido la víctima. No obstante, también ha hecho su vida alejada del padre de sus hijos.
Sin embargo, la reina Sofía ha intentado en numerosas ocasiones arreglar su relación con Juan Carlos. Durante 11 meses, desde principios de 2019 a julio de 2020, los eméritos volvieron a compartir planes privados juntos. Ella fue el principal apoyo de él. Se volvió a poner el anillo de compromiso. Incluso Juan Carlos llevó a su mujer por primera vez a las regatas de Sanxenxo y pasaron unos días juntos en Marivent.
Cuando Felipe exilió a su padre, le pidió a su madre que se alejase de él si quería mantener su imagen a flote. "Doña Sofía mantuvo el contacto con su esposo, con el que habla frecuentemente por videoconferencia, incluso cuando la relación de Don Felipe con su padre estaba rota. Le hubiera encantado viajar a Emiratos a visitarle como hacen sus hijas y nietos e incluso ir a Sanxenxo en mayo a recibirle, pero ha sacrificado cualquier gesto de apoyo público a su marido para evitar polémicas que dañen a su hijo y a la Corona, que son su máxima prioridad”.