Sofía y Juan Carlos se casaron por obligación y no por amor. El emérito estaba enamorado de Olghina, pero Juan de Borbón le obligó a romper la relación, por su lado, la emérita amaba a Harald de Noruega, pero no fue correspondida. Con resignación, se casó con el padre de sus hijos. Solo tuvieron relaciones íntimas para encontrar al heredero al trono, Felipe VI. A partir de aquel momento, durmieron en alas diferentes del palacio. La madre del actual rey siempre se sintió sola, apartada de toda la familia. Cuando descubrió las infidelidades del monarca se sintió humillada y traicionada.
Las constantes infidelidades de Juan Carlos a Sofía fueron su mayor dardo. La ridiculizó y ésta prometió vengarse de todas ellas. Hubo un tiempo en el que el entonces rey ya no disimulaba. Estaba enamorado y su debilidad eran las mujeres, más allá del poder. Muchos medios de comunicación ocultaban sus relaciones, pero la verdad es que el padre de Felipe no quería a su madre. En 2010, cuando Juan Carlos fue operado de un cáncer en el Hospital Clínic de Barcelona, Corinna Larsen fue quien estuvo a su lado en todo momento y no la reina Sofía.
Corinna Larsen estaba en la habitación de Juan Carlos cuando llegó Sofía
La reina Sofía sabía todo, como reveló Pilar Eyre en su blog de la revista Lecturas. "Sofía lo sabe todo: la historia de amor de su marido con Corinna. En abril de 2006 Juan Carlos estaba tan ciego de amor por su amante que no consentía separarse de ella. Consiguió llevarla a un viaje oficial a Arabia Saudí. Corinna viajó en el mismo avión militar que la reina. Durante ocho horas compartieron el mismo recinto. El rey se sentó al lado de su novia, cosa que a nadie extrañó, porque el matrimonio real hacía muchos años que no se dirigía la palabra".
Sofía coincidió en aquella habitación de hospital con Corinna. La empresaria alemana estaba allí y la emérita llegaba con el coche oficial. "En la sala vip del Clínic una llorosa Corinna desmenuzaba un pañuelo de papel: 'Princesa, tenemos que irnos, que llega la reina. Deprisa, al ascensor. No, que abajo esta la prensa, a la zona de médicos. El ascensor está subiendo. ¡Cuidado! ¡Sube la reina!'. Hombres con pinganillo corren por los pasillos conduciendo casi en volandas a una Corinna aturdida por una noche sin dormir y muy afectada por el estado del rey. La bajan por un montacargas de camillas mientras la reina llega en el mismo instante a la sexta planta". Al darle el chivatazo Corinna salió corriendo por el montacargas.
Pilar Eyre reveló como llamaba Sofía a Corinna Larsen. “'Esa mujerrr' como la llama con su acento germánico".