La publicación del último libro sobre la reina Sofía puede acabar con la poca tranquilidad de la Casa Real. Carmen Enríquez pretende hacer temblar los cimientos de la Zarzuela todavía más al hacer públicas unas desconocidas anécdotas de la emérita. Hasta ahora se había filtrado poco, pero ya prometía. Pues bien, hoy se han publicado unos cuantos fragmentos más de Sofía, nuestra reina que no dejan indiferente.
Seguramente lo que más repercusión tendrá es la exclusiva que incorpora el libro. La escritora habla del divorcio de la infanta Elena y Jaime de Marichalar, añadiendo una información que revelaría la mala relación entre la reina Sofía y su yerno: "La reina Sofía nunca estuvo convencida de que Jaime de Marichalar se casara con su hija por amor, sino que siempre creyó que le movieron otros intereses. A eso se tiene que añadir que no le gustaba el trato que la hija recibió del marido durante el tiempo que estuvieron unidos en matrimonio".
Y es que parece que la convivencia era más que complicada: "La Infanta estaba muy disgustada al ver llegar a su marido al domicilio conyugal a la misma hora que ella se levantaba para acompañar a los hijos al jardín de infancia. Mientras que Jaime prefería trasnochar y hacer presencia en cualquier acontecimiento social, la mujer optaba por retirarse pronto. Después de más de dos años de vivir separados, la infanta Elena se divorció".
Pero la reina Sofía tampoco tuvo suerte con su otro yerno. Al salir a la luz la implicación de Iñaki Urdangarin en el caso Nóos, la familia real se vio en el centro de la diana mediática. El núcleo duro de la Casa Real optó por alejar a Cristina e Iñaki de todos los actos públicos, pero la reina Sofía no quería hacer daño a su hija. Fue por eso que se le pilló pasando unos días con el matrimonio en Washington.
Carmen Enríquez dice ahora que nadie vio inconveniente en este viaje -siempre y cuando nadie los viera-. Pero al publicarse las fotos, todo se complicó: "El rey Juan Carlos se enfadó mucho y también los responsables de la Casa. Consideraban un acto de rebeldía de la Reina el hecho de que hubiera aceptado hacerse aquella foto sin tener en cuenta la avalancha de críticas tan feroces que vinieron después".
"La reina optó por apoyar a su hija, creía que no se le tenía que apartar de la vida institucional hasta que no se demostrara su culpabilidad. La infanta Elena y ella compartían la tesis que todo era un complot contra la Casa Real y que lo que se decía en los medios de comunicación no podía ser verdad", asegura.
Ahora bien, en el libro también hay lugar para uno de los grandes quebraderos de cabeza de la reina Sofía: la relación extramatrimonial de Juan Carlos y Corinna. Uno de los momentos más complicados para la emérita, de hecho, habría sido la operación que hicieron a su marido en abril del 2010 cuando le detectaron un nódulo en el pulmón izquierdo. Dice que la Reina y los tres hijos estuvieron con él durante los primeros días después de la operación, pero que Sofía habría dejado de ir al filtrarse que Corinna estaba visitando al monarca.
"Trascendió que una mujer joven, rubia y muy atractiva había ido. La reina Sofía sufría por partida doble. Por una parte por los problemas de salud del marido que le tenían preocupada, y por otro los rumores con cada vez más peso del ascendiente de la señora Corinna Larsen", confirma. Eso sí, el profundo disgusto que vivía no impidió que continuara con su trabajo de representante de la Corona. Reina, por encima de todo.
A buen seguro que la reina Sofía no recuerda con mucho cariño esta década... ¿Pero cómo está ahora? ¿Qué le parecerá ver publicadas historias como estas? ¿Es cierto todo el que explica la escritora?