La reina Sofía está atravesando uno de los momentos más difíciles de su vida, marcada por una serie de situaciones que han dejado su corazón profundamente afectado. A lo largo de su vida, ha sabido enfrentar muchos retos como parte de la familia real, pero las recientes crisis parecen estar superando su capacidad para mantener la calma. Sofía ha tenido que lidiar con el desgaste de la monarquía española y los conflictos que han surgido tanto en su familia como en su entorno cercano.
Uno de los factores que más ha impactado a la reina emérita es la crisis matrimonial entre su hijo, el rey Felipe VI, y la reina Letizia. Esta situación comenzó a agravarse en 2013 con el caso Nóos, cuando la consorte inició una campaña para limpiar la imagen de la monarquía. Sin embargo, las recientes revelaciones de Jaime del Burgo acerca de presuntas infidelidades de Letizia han profundizado la crisis, creando una distancia evidente entre los reyes. Ahora es Letizia la que da mala imagen, lo que ha generado más distancia en el matrimonio. Esta tensión ha puesto a Sofía en una posición complicada, y la emérita lo está viviendo con gran dolor.
La reina Sofía, obligada a lidiar con la etapa más convulsa en la monarquía de las últimas décadas
Otro golpe emocional ha sido el largo y difícil divorcio de la infanta Cristina, un proceso que ha durado dos años y ha sido uno de los episodios más tristes en la vida de Sofía. Además, la poca atención que recibe por parte de sus nietas, la princesa Leonor y la infanta Sofía, la ha dejado con una sensación de abandono, ya que solo los Marichalar y los Urdangarin parecen preocuparse por ella. Y tampoco es que todos ellos pregunten por ella cada día.
A pesar de todo, la reciente reconciliación entre Felipe VI y sus hermanas, Cristina y Elena, ha traído algo de alivio a Sofía, pero no ha sido suficiente para que la reina emérita disfrute plenamente de esta nueva etapa. Hay una cuestión que la tiene profundamente afectada: el estado de salud de su hermana, Irene de Grecia.
La tía Pecu centra toda la atención de la reina Sofía
Conocida como la tía Pecu, Irene ha sido una figura central en la vida de Sofía. Ambas han mantenido una relación inseparable, viviendo juntas en Zarzuela durante muchos años. Sin embargo, el deterioro de Irene, que según algunos medios sufre de Alzheimer en una etapa avanzada, ha afectado enormemente a Sofía. Durante un reciente viaje a Creta, Irene fue vista en una silla de ruedas, lo que hizo pública la gravedad de su estado. Esta imagen ha sido devastadora para la reina emérita, que ha tenido que enfrentarse a la realidad de que el final de su querida hermana está cerca.
La situación es tan delicada que Sofía está considerando seriamente mudarse a Grecia para acompañar a Irene en sus últimos días, cumpliendo su deseo de pasar el final de su vida en su tierra natal. Este tema ha llevado a Felipe VI a consolar a su madre en múltiples ocasiones, ya que ha sido testigo de las lágrimas y el dolor que la situación ha provocado en ella.
El propio Felipe VI también lo está pasando muy mal. El rey, conocido por ser el más sensible de los tres hijos de los reyes eméritos, ha compartido muchos momentos con su tía Irene. Durante muchos años han vivido a pocos metros el uno del otro. Y esta pérdida inminente le afecte profundamente.