La reina Sofía nunca vio con buenos ojos la presencia de Letizia. Una plebeya, de padres separados, divorciada y presentadora de informativos. Era la ruina total para la corona, sin embargo ha demostrado ser una auténtica reina de los pies a la cabeza. Con ella no funciona el refrán “reina se nace, no se hace”, en su caso sería a la inversa “reina no se nace, una reina se hace”. La figura de Sofía era muy querida por los españoles y tenía una buena prensa a nivel internacional, pero la irrupción de Letizia la fue eclipsando poco a poco.
Letizia ha logrado apartar a su mayor adversaria. En varias ocasiones han mostrado sus discrepancias. No son amigas, aunque tampoco enemigas, simplemente se soportan, por lo menos ante las cámaras. Quedó marcado en la retina de los ciudadanos el feo gesto que tuvo la reina con la emérita en Palma de Mallorca al evitar una fotografía de la octogenaria con sus nietas. La tensión entre ellas es más que evidente, aunque la intenten deslucir con una sonrisa.
La popularidad de Letizia fue creciendo desde que se casó con Felipe y pasó a ser la princesa de Asturias. Ahora como reina ha conseguido quitarse a todos los familiares de su marido de en medio. Ella es la única protagonista. Con su carácter frío y calculador ha logrado hacer importantes cambios en la institución. Todos los miembros de la familia fueron apartados cuando salpicó a la corona el caso Noós y toda la atención se ha centrado en los actuales reyes y en sus dos hijas, Leonor y Sofía. Por lo menos, la emérita continúa ligada a la monarquía porque a las infantas Cristina y Elena las ha bloqueado.
Letizia apartó a Sofía cuando se convirtió en reina
La reina Sofía es la única persona que figura en los Presupuestos Generales del Estado junto a los reyes. Ella continúa con sus obligaciones, aunque debido a su edad y a su posición son reducidas. Felipe y Letizia son los que llevan el mayor peso de la agenda institucional. La madre del rey quiso seguir con sus compromisos. Todavía se ve capacitada y con ganas de estar ocupada. Tiene el sentido de la responsabilidad y la exigencia.
No obstante, los compromisos de la reina Sofía se han visto reducidos considerablemente en los últimos años. Sus apariciones son casi anecdóticas. Ella acude a actos que han sido una tradición en su carrera como reina, o bien a compromisos que a Felipe y Letizia se le solapan en las agendas.
La reina Sofía se vio obligada a dar un paso atrás para dejar paso a Letizia cuando se convirtió en reina. La asturiana sabe que ha ganado la batalla. Aunque la actual emérita mantiene una imagen intacta, es cierto que la mujer de Felipe ha conseguido apartarla.
Entre ellas nunca hubo buena relación y eso es algo que no pueden disimular ante las cámaras, pero tampoco en el ámbito privado. Por los pasillos de Zarzuela ni tan siquiera se hablan. Por suerte viven separadas. Los reyes en el Pabellón del Príncipe, y ella en la residencia habitual con su hermana Irene de Grecia.