La reina Sofía y Letizia nunca han tenido una excelente relación. La emérita nunca quiso a una plebeya como pareja de su hijo, sin embargo, la aceptó y se comprometió a formarla como reina por el amor que sentía hacia Felipe VI. Sabía que el entonces príncipe estaba enamorado y tampoco quería que tuviese la misma mala suerte que ella en su matrimonio. Desde entonces sus diferencias y rivalidades han sido más que evidentes, especialmente desde el momento en que la asturiana tuvo la oportunidad de heredar el trono en 2014 gracias a las fechorías de Juan Carlos. A partir de aquel momento, la madre de Leonor y Sofía inició su venganza por haber recibido tantos desprecios por parte de los Borbón. Aunque la emérita es la única que se mantuvo al pie del cañón en la institución, no han faltado los desplantes. Como por ejemplo, cuando salieron de la catedral de Palma de Mallorca y Sofía hizo el intento de abrazar a sus nietas por los hombros para tomarse unas fotografías ante la prensa. Rápidamente Letizia le retiró el brazo de malas maneras.
Parecía que los feos gestos habían terminado, pero la tensión entre ellas continúa siendo evidente en cualquier acto al que coinciden, que por suerte son pocos. Una de las veces en las que más se ven las caras es en Palma de Mallorca. La tradición marca que Casa Real debe permanecer unas semanas en Marivent para mantener el palacio a su disposición, ya que realmente no es suyo, pertenece al gobierno balear.
El lunes por la noche, Felipe, Letizia y la reina Sofía realizaron la habitual recepción de grandes autoridades de la isla balear en el palacio de Marivent. Recibieron a un total de 600 invitados. Entre los asistentes figuraban Poderes del Estado y autoridades autonómicas, así como representantes de colegios oficiales, los Premios Ramón Llull, organizaciones empresariales y sindicales, los Premios de Excelencia Universitaria 2023, fundaciones y asociaciones, sanidad, turismo, cultura, arquitectura, deporte, gastronomía y medios de comunicación, entre otros.
Letizia rompe con el protocolo, y tiene un nuevo feo gesto con la reina Sofía
Como manda la tradición, a las 21 horas inició el besamanos, todos los invitados fueron pasando uno por uno para saludar a los reyes y a la emérita. Sin embargo, este momento de celebración se vio empañado por un salto del protocolo por parte de Letizia, a Casa Real no le quedó más remedio que pedir disculpas en privado a algunos de los invitados.
Una falta de protocolo por parte de Letizia fue saludar a los invitados sentada en un taburete. El besamanos de 600 invitados ocupó muchos minutos y debido a su dolencia en el pie no podía estar mucho tiempo de pie, algo que ya le sucedió en la recepción con los reyes de Holanda. Un taburete que podría haber utilizado perfectamente la emérita debido a su avanzada edad y delicado estado de salud. Aunque estaba cansada, Sofía aguantó de pie como una buena reina.
Letizia también se marchó antes de lo previsto en plena recepción. Fuentes cercanas a Casa Real aseguran que fue porque estaba muy cansada y con mucho dolor. Mientras que Maica Vasco afirma que la reina está cansada de tanto protocolo, según ella los que vienen solo quieren una fotografía con los reyes y comer gratis. Es un paripé.
Además, durante unos minutos, a la llegada, Letizia apareció de la mano de la reina Sofía. Un gesto para mostrar unidad entre ellas. Sin embargo, tardó muy poco en soltarla de la mano.