El regreso del rey emérito Juan Carlos I a España ha generado una gran polémica en la casa real y en la sociedad española en general. Desoyendo las peticiones de su hijo Felipe VI, quien le había solicitado que permaneciera en Abu Dabi, excepto para asistir a un actos institucionales privados e ineludibles, el monarca emérito decidió regresar al país, lo que ha provocado un absoluto silencio por parte de la casa real.
Antes de su llegada a España, Juan Carlos hizo una escala en Londres, donde se reunió con el rey Carlos III. Sin embargo, no podrá asistir a la coronación del rey de Inglaterra, que se celebrará el próximo 6 de mayo. En su lugar, el monarca británico le ha compensado con una invitación.
Juan Carlos pasa de las peticiones de Felipe VI
Por otra parte, Juan Carlos asistió al partido de vuelta de los cuartos de final de la Champions League entre el Chelsea y el Real Madrid, disputado en Stamford Bridge. Posteriormente, se dirigió hacia Vigo, y de ahí a Sanxenxo, donde se encontraba su barco, el Bribón. El monarca emérito tiene previsto participar en las regatas de este fin de semana, en un ambiente mucho más distendido y alejado de los conflictos que se han producido en la casa real.
En la casa real no se ha producido ningún gesto de reconciliación con Juan Carlos, y es que su regreso ha caído como una bomba en Zarzuela. Sobre todo para Letizia. Y es que en numerosas ocasiones se ha especulado que la reina Letizia fue la principal artífice de la decisión de alejar a Juan Carlos del núcleo duro de la familia real, moviendo los hilos para evitar su presencia en los actos oficiales y alejándolo de la Zarzuela. Esta situación ha generado una gran tensión en la relación entre el Felipe y Letizia. Y según el periodista especializado en la casa real, Jaime Peñafiel, se produjo una discusión entre los reyes de España, en la que el rey acabó llamando a su madre, la emérita Sofía, llorando y temiendo las consecuencias de su decisión.
Peñafiel asegura que fue Letizia quien obligó a Felipe a enviar a su padre a Abu Dabi
“El hijo agredía personalmente a su padre arrojándole una herencia a la que no tenía derecho y castigándole hasta la humillación, apartándole de la vida pública nada menos que ante un notario y suprimiéndole con mal estilo hasta la asignación a la que tenía derecho”, empezaba el cronista.
“Todo apunta que fue Letizia quien, en una acalorada y violenta bronca con Felipe, con una falta total del mínimo respeto, le forzó, le obligó a romper definitivamente con su padre. No le valió a la enfurecida Letizia que Felipe intentara razonarle incluso llorando. ¡Esto le matará! Es mi padre... Piensa más en tu hija. Tal y como está la situación, no llegará a reina .... No hay la menor duda y según testigos, de que Letizia ha salido fortalecida en esta crisis. Y Felipe, el perdedor. En Zarzuela ya no hay más voz que la de ella que más que reina consorte lo que quiere ser es reina madre”, aseguró Peñafiel.