La Casa Real tiene tres grandes momentos en todo el año, muy acumulados en el último trimestre: el desfile del 12-O, el discurso de Navidad y los Premios Princesa de Asturias. Esta especie de Premios Nobel low cost se celebran a finales de octubre en Oviedo y es el gran momento de toda la familia real.
Desde que se han ido cayendo miembros por corrupción, los Urdangarin o Juan Carlos, solo quedan 5 integrantes. La Familia Real son Felipe, Letizia, Leonor, la infanta Sofía y la reina emérita. Por pena o por desgana, la esposa y madre de los dos reyes conserva cierto papel institucional.
La reina Sofía, a punto de cumplir 83 años, cobra del erario público 110 mil euros el año, tarjetas black del marido aparte.
En la presentación de los premiados antes de la Gala, en el Hotel Reconquista, Leonor, la gran protagonista, ha escogido una indumentaria nada ampulosa, a juego con las de su madre y hermana, aunque la infanta Sofia iba demasiado vaporosa e hippie. Con personalidad.
El trío Borbón, Leonor, Letizia y Sofía, iban discretas, sobrias, casi de oficina. Pero de repente entra en el hotel una señora estampada, como envuelta con una cortina, endomingada. Llena de colgantes y bisutería.
La reina Sofía parece una tarotista:
Con el bolso de mano como una señora que va al Casino y decenas (literal) de pulseras y amuletos colgando. Según revela Vanity Fair:
"Esas pulseritas de piedras duras tienen un significado especial para ella, pero no sentimental. Sofía es muy aficionada a las que llevan el denominado Ojo Turco, un amuleto contra el mal de ojo originario de Grecia y Turquía.
La reina madre posee multitud de pulseras y colgantes con este talismán en el que también confía su hermana, Irene de Grecia". La hermana, a quien en Palacio todos dicen "la rara" o "el fantasma" también es aficionada al esoterismo y las fuerzas ocultas.
Ni el siempre monárquico portal Vanitatis ha podido ocultar que el look era inapropiado:
"Su vistoso dos piezas, con el que ha confirmado su idilio con los estampados más originales (sic), y su bolso metalizado, no faltaban numerosas pulseras, collares y anillos de diferentes piedras y materiales. Y en este maremágnum de joyas, una destacaba por encima del resto: el anillo que simbolizó, hace seis décadas, su compromiso con el rey Juan Carlos".
Estampada, metalizada, adornada y con el anillo que le recuerda el adulterio. Leonor no será este tipo de reina.