Bienvenida a Mallorca, la reina Sofía llega a Marivent. Como todos los años, a mediados de julio la mujer de Juan Carlos I inicia su descanso veraniego acompañada de su hermana Irene de Grecia, cambia la Zarzuela por el palacio de la isla balear donde encuentra paz y tranquilidad, es su lugar favorito. Si las condiciones climatológicas lo permiten, la madre de Felipe se quedará en Palma hasta finales de septiembre. Su agenda institucional cada vez está más vacía debido a su edad y tiene más tiempo para ella.
Sofía escapa de un ambiente más burocrático para quedarse en uno más relajado. En la isla se reencontrará con toda su familia, pero no de forma tradicional como a ella le gustaría. Desde que les salpicó el caso Nóos, hace ya una década, la familia se ha dividido en dos bandos claramente diferenciados. Por un lado, Felipe y Letizia con Leonor y Sofía, y por otro el resto de la familia, las infantas Elena y Cristina con sus hijos y Juan Carlos. La matriarca no puede decantarse por ninguno. Jamás traicionaría el reinado de su hijo, el amor de su vida. Este año le gustaría reunir a todos sus nietos en palacio, pero la reina no quiere que eso suceda. Victoria Federica y Froilán son malas influencias para Leonor y Sofía.
La reina emérita ha llegado en un coche de alta gama color gris y escoltada por otros vehículos que han entrado por el acceso habitual al palacio. Y es que la emérita no estará sola en estos meses. El gasto de Patrimonio Nacional en la finca de Marivent, la residencia estival oficial de la Familia Real española, supera el millón de euros en los últimos cinco años. De las tres fincas del conjunto, el organismo público gestiona la central, donde vive el personal que asiste a la corona. El presupuesto destinado por Patrimonio Nacional en 2020 a la finca de Marivent se situó en 201.366 euros, lo que supuso un descenso del 10,5% respecto al año anterior.
La reina Sofía, exigencias con los 250 trabajadores a su servicio
Un total de 250 trabajadores en los meses de verano se encargan de que a la familia real no les falte absolutamente de nada. Personas que se encargan de su seguridad, de la limpieza de las instalaciones y de las comidas en el domicilio. El personal de servicio ya tenía todo preparado para la llegada de la reina Sofía desde hace semanas.
4 de esas 250 personas están destinadas al servicio de lavandería y plancha. Se encargan de tener la ropa de Sofía e Irene lista y preparada para cualquier ocasión, ni una sola arruga. La emérita es muy estricta y exigente, tanto consigo misma como con los demás, es por ello que exige el máximo. Si algo no le gusta pide que se vuelva a hacer. Algunos extrabajadores de Zarzuela han explicado que en ocasiones les tiraba la ropa al suelo al no estar satisfecha con el resultado.