Parece que en los últimos meses se ha ido cerrando la fractura que durante muchos años ha estado abierta dentro de la familia real. Un distanciamiento entre los miembros que muchos atribuyen a la figura de la reina Letizia, que a lo largo de los años se habría cobrado la venganza por todo lo que sufrió durante sus primeros años en la monarquía. Ahora es la reina Sofía la que se ha vengado. Y solo ha necesitado 30 segundos para ello.
Durante años, la relación entre Letizia y los reyes eméritos, Juan Carlos I y Sofía, ha estado marcada por la frialdad y el distanciamiento. Desde el principio, Letizia, una plebeya divorciada según la rígida visión de la realeza, no cumplía con las expectativas de sus suegros. Mientras en público mantenían las formas, en privado no ocultaban su descontento con la que sería la futura reina consorte. Letizia, aunque inicialmente optó por el silencio y la tolerancia, fue acumulando resentimientos que finalmente se traducirían en acciones calculadas para reafirmar su poder dentro de la monarquía.
La reina Letizia toma las riendas de la monarquía para proteger el reinado de Leonor
La venganza de Letizia no tardó en manifestarse. En su misión de limpiar a la monarquía de todo lo que oliera a corrupción y comportamientos cuestionables, y que pudiera perjudicar el futuro reinado de su hija Leonor, Juan Carlos I fue el principal blanco de su determinación. La reina no solo desaprobaba las prácticas corruptas que empañaban la imagen de la monarquía, sino también las continuas infidelidades de su suegro, que añadían un manto de deshonra sobre la familia real. Letizia no descansó hasta lograr que Juan Carlos I se viera obligado a abdicar, perder su asignación y, finalmente, exiliarse en Abu Dabi. Este fue un claro movimiento de poder por parte de Letizia, quien al mismo tiempo se aseguraba de arrinconar a la reina Sofía, relegándola a un segundo plano en la vida pública. Además, Sofía ha sido espectadora de como Letizia ha ido desmembrando la monarquía, alejando a las infantas Elena y Cristina del núcleo duro de la familia real, y a los hijos de esta. Principalmente a Froilán y Victoria Federica.
Esta dinámica, sin embargo, empezó a cambiar a finales del año pasado. Las revelaciones de Jaime del Burgo sobre presuntas infidelidades de Letizia al rey Felipe VI dejaron a Letizia en una posición muy debilitada. Para contrarrestar la mala imagen generada por aquel episodio, desde la corona se decidió dar una imagen de unión familiar.
La reina emérita Sofía consigue la foto de la venganza que lleva años esperando
De ahí eventos como el 60 cumpleaños de la infanta Elena, al que acudieron todos los miembros de la familia real, Letizia incluida, protagonizando una reunión que hacía años que no se veía en la realeza española. Además, las infantas han ido recuperando protagonismo. Los equilibrios de poder, alterados en los últimos años, van volviendo a su cauce.
Ahora ha sido la reina Sofía la que ha conseguido fraguar su venganza. Logró lo que nadie en seis años: juntar en la misma fotografía sus tres hijos, el rey Felipe VI y las infantas Elena y Cristina. La última en la que aparecían los tres data de 2018. Una estampa que no necesitó más de 30 segundos para ser tomada, que echa por tierra todos los distanciamientos que se han producido desde que Letizia se casó con Felipe VI, y que fragua la venganza por todas las insolencias que la reina le ha dedicado en público y en privado.
Un momento que ha llenado de felicidad a la reina Sofía, ya no solo por ser su venganza particular con Letizia, sino por cumplir su máximo deseo antes de morir: ver de nuevo unidos a sus hijos. Ni que sea en una foto.