Llega el mes de agosto y con él la mayoría de personas disfrutan de las ansiadas vacaciones antes de la temible vuelta a la rutina. La familia Real también se toma un descanso, y para no romper las tradiciones se dan cita en el Palacio de Marivent, en Mallorca, donde han veraneado todos los años, aunque estos últimos con la familia rota.
Los Reyes se desplazan a Mallorca durante un par de semanas como mínimo. Sin embargo, no son los únicos que visitan Marivent. Por el Palacio aparece siempre la reina emérita Sofía y también las infantas Elena y Cristina. Este año las dos han coincidido, también con su hermano, que ha llegado a la isla balear solo. Tal vez Letizia no ha acudido todavía con sus hijas por la presencia de sus cuñadas, con las que no mantiene una buena relación, especialmente con la ex de Iñaki Urdangarín.
Pero los miembros de la familia Real no están solos. Se encargan que no les falte absolutamente de nada. 250 personas son las que trabajan en el Palacio durante este mes de agosto. Personas que se encargan de su seguridad, de la limpieza de las instalaciones y de las comidas en el domicilio. La reina Sofía fue la primera en llegar el pasado fin de semana. Desde entonces ya está todo el personal de servicio a su entera disposición. La madre de Felipe VI no está sola, desde que se separó públicamente de Juan Carlos I, siempre viaja en compañía de su hermana, la princesa Irene de Grecia.
Estas vacaciones son indispensables para Sofía. Son sus favoritas. Es como regresar a casa. El Palacio Marivent lo decoró ella misma hace varias décadas atendiendo a sus gustos personales y sus recuerdos de infancia: Grecia y el Mediterráneo.
Sin embargo, debido a las altas temperaturas Sofía y su hermana se resguardan en el interior del palacio. Hay noches que la isla balear no desciende de los 30 grados y se hace imposible conciliar el sueño. Este es el verano más caluroso que se recuerda.
La reina Letizia prefiere alojarse de forma más discreta en Son Vent
Doña Sofía es quien más disfruta de Marivent, ya que la Reina Letizia no suele ir mucho, solo por compromiso, porque no se encuentra a gusto. Ella prefiere la masía Son Vent, también en Mallorca. Es su refugio secreto. Una casa típica mallorquina de cuatro plantas. Unos 650 metros cuadrados con jardín y piscina.