Entre la tristeza y la felicidad, así vive la reina Sofía quien atraviesa momentos muy complicados. La emérita se ha roto en varias ocasiones desde que se confirmase un secreto a voces, su hermana Irene padece Alzheimer. La más pequeña y su último apoyo se encuentra muy débil de salud y necesita atención las 24 horas del día. Además, la mujer de Juan Carlos ve a su familia completamente rota a las puertas de su esperada jubilación. No le queda sin un solo motivo para sonreír. Solo se siente orgullosa por los pasos de sus nietos, que se hacen mayores. El próximo 31 de octubre Leonor cumplirá la mayoría de edad y jurará la Constitución ante el Rey. No estará presente en este momento tan importante, pero la acompañará en el segundo acto, una recepción que tendrá lugar en el Palacio Real y donde la princesa dará un discurso.

leonor y Sofia vacaciones bronceado

Se desconoce todavía que regalos recibirá Leonor por su mayoría de edad. El primero de todos es por parte del Gobierno y se trata del collar de la Orden de Carlos III. Pero no será la única joya que guarde en su joyero. Dentro de unos años estará valorado en millones y millones de euros, prácticamente de un valor incalculable. La mayoría de joyas de la reina Sofía y la tía Pecu recaerán en ella como futura heredera al trono. Leonor y Sofía se repartirán las de Letizia.

La tiara que Leonor podría no ver nunca más 

Letizia guarda una de sus joyas favoritas para cuando Leonor se case, no obstante, es probable que le regale una tiara valorada en 50.000 euros, la misma que le regaló Felipe VI cuando cumplieron cinco años casados. La llamada tiara 'Ansorena' (el rey la compró en la joyería histórica de la Casa Real del mismo nombre) o 'Princesa' tiene un valor de 50.000 euros, 450 brillantes y diez perlas australianas. La guardó en su joyera hasta 2015 porque no quería hacer ostentación del lujo debido a la crisis económica que azotaba a España.

Respecto a la reina Sofía se desconoce si puede regalarle alguna joya de su joyero con motivo de su 18 cumpleaños. Se trata de “la chata”, una tiara que ha lucido en numerosas ocasiones, es una de sus favoritas, en alguna ocasión también se la prestó a Letizia. Su nombre se debe a que fue creada en 1867 por la joyería francesa del mismo nombre, aunque también se la conoce como la diadema de la Chata, ya que la reina Isabel II la compró para su hija, la infanta Isabel, apodada como “la chata”, con motivo de su boda. Recayó más tarde en Alfonos XII y posteriormente en Don Juan. Hasta que se la regaló a Sofía. También se la ha prestado a la infanta Elena y a la infanta Margarita, pero a día de hoy es su bien más preciado.

Isabel la chata